La deforestación de los bosques es una de las amenazas que enfrentan los osos de anteojos o llamado también oso andino (Tremarctos ornatus) que es una especie endémica que habita la coordillera de los Andes y que está en peligro de extinción.

Así lo sostuvo la bióloga Andrea Tapia, en el marco de su conferencia sobre la importancia del corredor biológico del oso andino que se realizó el pasado viernes, en el último día de la XXV Conferencia Internacional de Osos, en Quito.

Esa deforestación, según otros especialistas, se debe a la ampliación de la frontera agrícola y agropecuaria, al uso desordenado del suelo, provocando la fragmentación y pérdida del hábitat de los osos.

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Según Diana Paredes, de la ONG Wildlife Conservation Society, solo el 23% de las zonas ocupadas por el oso de anteojos son zonas de protección establecidas por los estados.

Para el expositor colombiano Samuel Rodríguez es clave que las investigaciones que se desarrollan a favor de este espécimen sean compartidas con las propias comunidades que viven en lugares cercanos a las poblaciones de osos.

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Tapia mencionó que los gobiernos de Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela, Bolivia y Argentina (países donde habita el oso) deben trabajar para lograr la conectividad de sus zonas protegidas para permitir el paso de las especies.

El evento fue organizado por el Municipio de Quito y el Ministerio del Ambiente del Ecuador en alianza con la Cooperación Alemana GIZ. (I)