Los hábitos nutricionales de cada persona a veces pueden revelar perfectamente su carácter y esto es motivo de profundos análisis científicos, porque el conocimiento de esas particularidades puede ser una gran ayuda para la salud de los seres humanos, desde su infancia. Es el motivo esencial de la investigación periodística de Dayse Villegas con base en estudios internacionales y fuentes de especialistas locales.

Para ellos el intestino es como nuestro segundo cerebro y por eso se habla de una ‘comida primaria’, que es todo aquello conectado a la existencia diaria: las relaciones, el trabajo, la actividad física y la espiritualidad. Lo que va a nuestros estómagos desde el plato es la ‘comida secundaria’. Y se enfatiza mucho la educación nutricional desde la niñez, para inculcar nuevos hábitos y así lograr un adecuado potencial de salud, crecimiento y desarrollo personal. (O)