Por Sergio Pérez

“En El Corte Steakhouse, hermoso y señorial restaurante de Plaza Lagos, se acomodaron Manolo Castro en guitarra electroacústica y Ernesto Álvarez, vocalista de Mamut, para efectuar un repaso a lo mejor de la balada pop-rock de los sesenta y los setenta en plena época hippie.

Arrancaron tocando la emblemática Layla, de Eric Clapton, muy romántica, que dice “me tienes de rodillas”, y una vocalización delicada acompañando la digitación Soulful, de Manolo Castro.

Publicidad

Eye in the Sky, de Allan Parsons, también muy reconocible, de letra romántica que habla de “yo puedo leer tu mente” confirmó la sensibilidad de la época hippie con registros altos y delicados en la voz del exintegrante de Mamut.

Manolo se extendía cada vez más, gracias al loop station que le permite acompañarse a sí mismo y que el guitarrista domina por completo. Come Together, de los Beatles, ofreció un timbre de voz apropiadamente torturado y Steal Away, de Robert Dupree, ícono de la época, estuvo muy bien cantada por Ernesto en registros altos, excelente dicción y con Manolo apoyando coros en segunda voz. Horse with no name, de América, la más famosa, puso de manifiesto lo mejor de Manolo utilizando el loop station en forma magistral.

I cant tell you why, sentenciosa canción emblema de Eagles, fue cantada en registros más altos y punzantes que todos los demás y a dúo con Manolo que digitaba derrochando mucho feeling.

Publicidad

Cocaine, de Clapton, dejó el romanticismo lírico a un lado para entonar un himno controversial de los bacanálicos años sesenta y setenta con mucho ritmo en la guitarra de Manolo, que tuvo una actuación realmente descollante, en solo a ratos, de pie y con el loop station a full.

Y llegaron al clásico Miss You, de los Rolling Stones, con Ernesto haciendo efectos de sonido y hablando para, sin imitar directamente, interpretar el carácter tenebroso de la canción con mucho ritmo de guitarra y voz.

Publicidad

Con Tin Man, de América, volvieron a la inocencia y pureza de la época pero Manolo, gran guitarrista, continuó brindando un show de guitarra.

Born to be Wild, de Steppenwolf gran agrupación de rock clásico y su cantante inolvidable John Kay, fue cantado en un timbre amenazante que no reprodujo Ernesto y que precedió a Long Train Running, de los Doobie Brothers, mientras Manolo Castro no se detenía impartiendo ritmo y showmanship.

L.A. Woman, de The Doors, fue una revelación mostrando a Ernesto Álvarez como un cantante con un timbre muy parecido a Jim Morrison, capaz de encarnar el ritmo y la cadencia a la perfección. Esperamos un especial del Dúo Vértigo, haciendo lo mejor de The Doors. (O)