Durante los tres días del Funka Fest se presentarán varias puestas en escena seleccionadas por la bailarina Mirella Carbone y la dramaturga Itzel Cuevas, ambas jurados de la convocatoria de esta cita.

La obra coreográfica El síndrome de Ulises, de Natalie Elghoul, se inspira en el descubrimiento hecho por el psiquiatra español Joseba Achoátegui, quien denomina así a un tipo de depresión en poblaciones migrantes de España. Isis Granda, Omar Aguirre y Tani Flor intervienen en esta coreografía.

Cristina Marchán y Daysi Sánchez dirigen Diálogo para ciudadanos despistados, puesta en escena constituida por tres momentos dinámicos: metáforas sobre la ética, la búsqueda de utopías y el respeto a la diversidad.

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Inspirado en el mundo de las historietas, Cómic expone a un actor en escena que se dispone a transportar a los espectadores por una serie de historias, ambientes y personajes distintos, tan solo con el uso del cuerpo y la voz. Santiago Carcelén dirige esta producción.

La danza y el teatro se fusionan en Mía Bonita, el cabaret de los afectos, un musical confesional escrito e interpretado por Mario Suárez. Su estructura es la de una pieza escénica multidisciplinaria, ubicada en el performance. Tiene una duración de 80 minutos. (I)