De lado queda el cargo de director de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG) para el armenio David Harutyunyan cuando ingresa a su casa y lo reciben su hijo, Maximilian David, de 3 años, y su esposa, la cantante Pamela Cortés.

¿Cómo te fue en el colegio?, le pregunta Harutyunyan a Max, como lo llaman en casa. El pequeño lo escucha, pero se entretiene con los juguetes.

Antes del diálogo con la pareja decidimos empezar por las fotos. Para Harutyunyan y Cortés, esto no es nuevo, por sus carreras ya están acostumbrados, pero no para el pequeño. Primero se niega, sin embargo, entre los dos logran convencerlo.

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Ya listas las fotografías para esta entrevista, empezamos por consultarle al armenio, ¿cómo es David detrás del escenario, fuera de la orquesta?

“En la casa soy pacífico, muy amoroso, muy familiar, muy casero, así yo me veo en la casa, no sé cómo me vea mi mujer, puede ser que sea todo al revés, pero fuera de la orquesta (soy) el hombre más pacífico (...)”, responde. Calificativos que fueron ratificados por su esposa.

Y su manera de ser pacífico la comprobamos cuando le preguntamos cómo llama la atención a su hijo.

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Enfatiza que el niño no sabe de agresión, solo de palabras. “Le estamos mandando a pensar en algún sitio de la casa”, dice Cortés.

“Este castigo dura normalmente entre 15 y 30 segundos, si después de este tiempo está totalmente de acuerdo que él se equivocó y comienza a negociar las cosas, siempre el negocio sale a nuestro favor ”, explica el armenio que recibió en el 2008 la nacionalización ecuatoriana.

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Harutyunyan, quien en septiembre de 2012 fue premiado con la presea Al Mérito Cultural Vicente Rocafuerte de parte de la Asamblea Nacional, cuenta que aunque su apariencia sea reservada, esto no es así.

Subraya que no es mal genio, sino que las situaciones lo ubican dentro del contexto en el que se encuentre en el momento. “Por eso todo el tiempo me ven con la cara así”, dice entre risas.

Sin embargo, aclara que en una situación menos formal, “en familia, con amigos, es muy relajado (...)”, añade la intérprete de Cristales rotos.

Sobre la ayuda de las tareas de Max, David indica que en primera instancia será la mamá y esto por una razón: “Mi español no es tan perfecto”, pero dice que sí intervendrá en la parte filosófica.

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Señala que cuando llegó a Ecuador no sabía hablar ni una sola palabra en español. ¿Cómo aprendí? “A patadas”, se responde.

“La vida me obligó muy rápido a aprender español, porque tenía que dirigir la Orquesta Sinfónica, trabajar con los músicos que dominaban el español...”, refiere.

Harutyunyan cuenta que “en la cocina como tal no se siente talentoso”, pero que le gusta la comida ecuatoriana. Su esposa agrega que él se luce en la preparación de parrilladas armenias.

En el campo profesional, el director de la OSG se presentará en el Teatro Sánchez Aguilar, del 23 al 26 de junio, en el espectáculo de ballet Don Quijote.

En tanto, Cortés indica que continúa con la promoción de distintos temas, entre ellos, Mentira. Asimismo anunció que en los próximos días lanzará una nueva canción de su autoría. (E)

Cuando aparece mi hijo, desaparece todo alrededor: celular, lentes, libros. Hablamos temas de mecánica, aviones, hélices, carros, helicópteros, nada de arte, nada de música.David Harutyunyan, director de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil