Tal como no saber leer y escribir determinaba el futuro profesional y social de una persona a principios del siglo XX, hoy no manejar más que tu idioma materno es una barrera de entrada al mercado laboral insoslayable para cualquier joven, asegura Gregg Roberts, líder de un programa de inmersión en idioma que lidera en Utah (Estados Unidos).

"Por razones económicas, un segundo idioma se ha vuelto mucho más necesario, como una herramienta de trabajo", dice el experto.

Robberts es el autor de una frase que, aunque dicha durante una conferencia en el año 2003, ha tomado cada vez más fuerza: "El monolingüismo es el analfabetismo del siglo XXI".

Publicidad

Cuestión de integración

Todo comenzó como un desafío influenciado por la comunidad hispana de Estados Unidos: integrar el español a las aulas en los distritos de Davis y Granite. No como un segundo idioma, sino en un plan que contemplara 50% del tiempo aprendiendo las materias curriculares en inglés y 50% en español.

El programa resultó un éxito y pronto se extendió a otros estados como Delaware e Indiana comenzarán a aplicarlo. Hoy contempla cinco idiomas: español, francés, chino, portugués y alemán. Y pronto podrían sumarse árabe y ruso.

Publicidad

El inglés pasó de moda

El inglés es el tercer idioma con mayor cantidad de hablantes nativos en el planeta. Pero al sumarle quienes hablan inglés como segundo idioma, éste sube en la tabla al segundo más utilizado a nivel mundial, después del chino mandarín, con más de 800 millones de hablantes.

Publicidad

Pero según Roberts, los países de habla inglesa tienen una desventaja respecto de otros países, especialmente los en vías de desarrollo.

Lea también: Ecuador tiene 'nivel bajo de inglés', según informe de Education First

"Nosotros en Estados Unidos, y en algún grado en Inglaterra y otros lugares excolonias del imperio británico, nos relajamos con sólo hablar inglés. Creemos que podemos sobrevivir en el mundo solo hablando inglés".

Pero eso ya no es posible.

Publicidad

"El inglés era el lenguaje del siglo XX. Pero hacia donde se mueve el mundo, pronto el inglés no será más el idioma dominante", explica Roberts.

El futuro: Trilingüismo

Y mientras antes lo entendamos, mejor. "Los idiomas son una herramienta básica y necesaria para que los jóvenes del siglo XXI logren comunicarse con el mundo y puedan avanzar en sus carreras".

Algo que, según el experto, están asimilando mucho mejor los países en vías de desarrollo.

"Todas las redes actuales de las que disponemos son una fuerte increíble de información. La persona que no puede acceder a esa información ya sea porque es analfabeta en redes (tecnología) o en lenguaje (idioma), está bloqueada", añade Isabel Margarita López, neuróloga infantil experta en lenguaje de la Clínica Las Condes, en Chile.

En un mundo cada vez más rápido, interconectado y global hablar un segundo idioma es el trampolín para un tercero, o incluso cuarto.

"Está comprobado que una vez que aprendes un segundo idioma, tu cerebro está preparado para aprender un tercero mucho más fácilmente", dice Roberts, quien prefiere hablar de "trilingüismo" antes que "bilingüismo".

¿A qué edad comenzar?

El programa de Utah comienza en primer grado, con niños entre 5 y 6 años.

"Empezar el aprendizaje de un segundo idioma a edad temprana, como parte del sistema escolar, es muy eficiente en términos de costos y conduce a altos niveles de competencia", asegura Roberts. Sin embargo, el proceso puede comenzar incluso antes.

Lea también: Aprender idiomas previene el Alzheimer

El cerebro humano tiene una propensión genética y biológica a hablar y a adquirir lenguaje. Y mientras el cerebro es "inmaduro", más facilidad tiene de asimilar distintos idiomas.

"Cuando los niños son pequeños son más sensible a todos los fonemas y en algún momento los pueden producir. Eso en el tiempo va disminuyendo, y esa capacidad se va estrechando", le explica López.

Herencia cultural

No solo factores económicos influyen en el aprendizaje de un segundo idioma. También es importante la herencia cultural, asegura Roberts.

Los niños son capaces de aprender varios idiomas incluso simultáneamente si estos conllevan un vínculo afectivo de por medio. 

Como, por ejemplo, en parejas multiculturales, donde ambos padres hablan distintos idiomas. "Demoran más en hablar, pero aprenden los idiomas de forma nativa", explica la neuróloga. Y esa es una cualidad que por más que se estudie un idioma posteriormente, no se puede adquirir.

Lea también: El anime y magna motiva a aprender japonés

"Para hablar como nativo debes aprender a edad temprana", confirma la doctora. "Mientras más precoz, este se imprime y puedes hablarlo de una manera mucho más correcta y fluida".

Incluso si pasa mucho tiempo antes de volver a practicarlo, un idioma aprendido en la infancia queda en alguna parte. Solo hay que rescatarlo, reentrenarlo y ponerlo en acción.

"De alguna manera es como andar en bicicleta. Si no lo haces por años y lo retomas probablemente te vas a caer un par de veces, pero luego andas", concluye López. (I)