Con más de dos horas y media de espectáculo, 35 canciones interpretadas, un espejo roto y con la promesa de volver al Ecuador cada año, Raphael desarrolló su concierto Amor & Desamor, la noche del pasado jueves en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE).

Después de las 20:30, tras la presentación de Andrés Valencia, subió al escenario Raphael. El intro de la canción Yo soy aquel dio paso al español, quien al salir, vestido de negro, fue ovacionado por sus fans.

Temas como Laura, Desde aquel día y Escándalo se transformaron en un repaso a su carrera. Todas coreadas por el público, que llenó el teatro a pesar de la lluvia que cayó durante la tarde y la noche.

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A lo largo del espectáculo, el artista hizo gala de una potente voz acompañado de ligeros movimientos de baile, gesticulaciones con sus manos y su cuerpo, que despertaron la admiración de los asistentes. El ambiente se complementó con juegos de luces multicolores. Esos llamativos cambios de luces permitieron al público grabar o tomar fotos con sus teléfonos celulares.

Luego de 30 minutos de show, Raphael hizo una pausa para decir que era un verdadero placer estar nuevamente en el país, en Quito, ciudad a la que hace tiempo no visitaba. “Pienso volver todos los años”, dijo.

El clímax de la noche se vivió cuando interpretó Frente al espejo. Raphael colocó en la mitad del escenario un vidrio vertical de aproximadamente un metro y medio. Se sentó frente a él simulando que reflejaba su humanidad. Al final de la melodía, movió el vidrio unos metros, y con una silla lo rompió.

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A pesar de que el público quería seguir escuchando al cantante español, este se despidió con Como yo te amo, coreada por los fanáticos a todo pulmón.

Raphael se presenta esta noche en Guayaquil, en el Centro de Convenciones. (E)