Uno de los glaciares más grandes del planeta, Totten, se derrite por las aguas calientes, lo que evidencia la vulnerabilidad de la Antártida Oriental y su papel en el aumento del nivel de los océanos.

Con 120 kilómetros de largo y 30 km de ancho, el Totten “es uno de los más grandes glaciares del planeta y uno de los sistemas glaciares menos comprendidos”, dice Steven Rintoul, jefe de la expedición científica que midió las aguas por debajo de su capa de hielo.

El científico australiano aclara que son las primeras mediciones de las temperaturas de las aguas que rodean al Totten, que está situado a unos 3.200 km al sur de la isla australiana de Tasmania, y por tanto es prematuro imaginar un vínculo con el cambio climático. Pese a ello, reflexiona que “la Antártida Oriental es más vulnerable de lo que se pensaba y puede contribuir al aumento del nivel de las aguas”, en una medida que aún se desconoce.

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El Totten se desagua a 538.000 kilómetros cuadrados de la Antártida Oriental y de él fluyen unos 70.000 millones de toneladas de hielo cada año, una cantidad que podría llenar cada dos días y medio la Bahía de Sídney, pero hasta el momento esta descarga se ha considerado como normal.

Pero este inmenso glaciar de la Antártida Oriental, una de las dos grandes regiones del continente blanco, se está derritiendo desde abajo por efecto de las aguas calientes que lo rodean, tal y como lo comprobó la investigación de 23 científicos y técnicos que viajaron a bordo del rompehielos australiano Aurora Australis.

Las imágenes de los satélites ya daban cuenta de que el Totten se estaba derritiendo, pero este nuevo estudio comprobó la hipótesis de que las aguas calientes la están derritiendo desde sus cimientos.

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A su derretimiento contribuye el hecho de que se asienta sobre un lecho de rocas que está muy por debajo del nivel del mar, lo que lo expone más a las aguas calientes, en un proceso que no se puede revertir.

Las temperaturas de las aguas frente al Totten al momento de las mediciones era de cuatro grados bajo cero, pero mucho más cerca de la base es “tres grados más caliente que el punto de congelación”, que depende de la profundidad del océano, explicó Rintoul, que agregó que el Totten no se derretirá completamente. “Al menos no en muchos milenios”. (I)