En Panamá falleció la distinguida dama guayaquileña Graciela Levi Castillo, apreciada en nuestro medio por su quehacer periodístico, la militancia gremial y el aporte a las artes.

Nació el 4 de septiembre de 1926 y fueron sus padres el notable doctor Roberto Levi Hoffman, primer químico municipal de Guayaquil, y la poetisa y feminista María Piedad Castillo Castillo, Mujer de las Américas en 1955, quienes inculcaron en ella el amor a las letras y la cultura.

Fueron sus hermanos Piedad, Roberto y Vicente. Fue casada con el abogado neoyorquino Bernard Olcott, y es su hija Victoria Olcott Levi.

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Son sus sobrinos Carmen Suro Bredie y Roberto Suro Levi, Patricia y Elizabeth Levi Aguirre, Franz y Jorge Levi Sánchez, y María Fernanda y Martín Levi Noboa.

Al identificarse con la labor de sus mayores en diario El Telégrafo, abrazó el periodismo y culminó estudios profesionales en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y en la Universidad de Guayaquil, donde también se graduó de magíster en Ciencias Internacionales en el Instituto de Diplomacia.

Dentro de su exitosa carrera, escribió en periódicos y revistas ecuatorianas y extranjeras que también la nombraron representante y corresponsal, como la Agencia Associated Press, diario ABC de Madrid, La Prensa de Buenos Aires, Excelsior de México, El Universal de Caracas, entre otros.

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Graciela Levi Castillo recorrió varios continentes y entrevistó a decenas de personalidades. Entre ellos, Juan Domingo y Evita Perón, Francisco Franco Bahamonde, John F. Kennedy, Ernest Hemingway, Pablo Picasso, Rufino Tamayo, Gamal Abdel Nasser y Mario Moreno.

Fue la primera directora nacional de Turismo del Ecuador, representante del Ecuador y de la Cámara de Industrias de Guayaquil en Congresos de la Federación de Industrias Farmacéuticas, Fifarmas, celebrados en Caracas, Venezuela; Bogotá, Colombia, y Bariloche, Argentina.

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Perteneció a organismos de comunicadores sociales de Estados Unidos, México, Italia; en nuestro país fue miembro de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas, del Círculo y Colegio de Periodistas del Guayas, Unión y Federación Nacional de Periodistas, que en varias ocasiones galardonaron su accionar. En 1997 el Congreso del Ecuador le otorgó un acuerdo en reconocimiento a su labor periodística.

Los restos de la distinguida dama fueron cremados en tierra panameña y sus cenizas fueron traídas a Guayaquil. Este miércoles 8 de octubre, a las 19:00, en la basílica de La Merced se ofició una misa de réquiem en su honor.