La actriz Shirley Temple, estrella infantil de Hollywood en la década de 1930 durante la Gran Depresión y luego diplomática estadounidense, murió en la noche del lunes a los 85 años por causas naturales, informó su familia en un comunicado.

Temple "falleció sin sufrir" en su hogar en California a las 22:57 hora local (06:57 GMT) rodeada de su familia y cuidadores, detalló el martes el comunicado.

"Le rendimos homenaje por una vida de destacados logros como actriz, diplomática y lo más importante, como nuestra amada madre, abuela, bisabuela y adorada esposa", agregó.

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En 1972 superó un cáncer de mama y sus últimos años los dedicó a colaborar en la lucha contra el cáncer y a revisar su legado cinematográfico, que contó en su autobiografía, "Child Star".

A la actriz le sobreviven sus hijos, Susan, Charlie Jr., y Lori, su nieta Teresa y sus bisnietas Lily y Emma, dijo el comunicado de la familia, que agregó que se realizará un funeral privado.

En el celuloide, la pequeña estrella nacida un 23 de abril de 1928 en Santa Mónica (California), hija de un banquero y una ama de casa, debutó con poco más de tres años, a comienzos de la década de 1930 y era famosa ya a los seis años.

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En la pantalla se la recuerda por sus rizos dorados y bailando tap en películas como 'On The Good Ship Lollipop'.

Sus éxitos

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Cantaba, bailaba, lucía unos tirabuzones perfectos y, sobre todo, atrajo enormes audiencias para la Fox. Fue una de las primeras niñas prodigio del cine y una mina de oro para Hollywood.

Sus maneras de adulta, su sonrisa ideal y también esa forma de fruncir el ceño conquistaron a legiones de admiradores -recibía una media de 16.000 cartas al mes- y salvaron al estudio de la bancarrota, llegando a hacer una caja de 1.250 dólares a la semana.

Protagonizó más de 40 títulos en 10 años hechos a su medida como 'Poor little rich girl' (1936) o 'The Little Princess' (1939), aunque también John Ford se fijó en ella y la fichó como hija de Henry Fonda para 'Fort Apache' (1948).

Fue la hija de Gary Cooper y Carole Lombard en 'Now and Forever' (1934), un préstamo a la Paramount; la niña huérfana que cantaba la canción de "Lollipop" en 'Bright Eyes' (1934) o la pequeña que bailaba claqué subiendo una escalera junto a Bill Bojangles Robinson en 'The Little Colonel' (1935).

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Su éxito fue tal que hasta Salvador Dalí la transformó en bestia surrealista en uno de sus cuadros, y con sólo seis años la Academia de Hollywood le concedió un óscar especial por sus "dotes extraordinarias".

Metro Goldwyn Mayer la quiso para protagonizar 'The Wizard of Oz' (1939), pero Darryl F. Zanuck, el fundador de Fox, se negó esta vez al arreglo, y el papel fue a parar a Judy Garland.

Lo cierto es que las ganancias del estudio con la pequeña estrella no se reducían a la taquilla, ya que sus canciones también se vendían como rosquillas, e incluso llegó a anunciar cereales, vestidos y hasta jabón. El contrato expiró en 1940, y Temple se retiraría nueve años más tarde.

En 1935, la Academia de Hollywood le entregó un Oscar especial debido a su "excepcional contribución al entretenimiento cinematográfico".

El retiro

La actriz protagonizó unas 40 películas en 10 años con grandes estrellas del cine del momento. Pero su trabajo mermó en la adolescencia.

Casada a los 17 años con el soldado reconvertido en actor John Agar, con quien tuvo una hija, Susan, dos años más tarde se divorciaron y Temple conoció a su segundo marido, el empresario Charles Alden Black, con quien contrajo matrimonio ese mismo año.

Pero los logros de Shirley Temple fueron más allá de lo cinematográfico, ya que se retiró cumplidos los 20 para reinventarse una nueva vida como diplomática. Y también ahí dejó huella al convertirse en la primera mujer jefa de protocolo de la Casa Blanca.