Era una loba marina de la especie Zalophus wollebaeki. Se encontraba en estado de gravidez. Tenía heridas en varias partes del cuerpo. El pasado domingo apareció en el muelle Pelican Bay de la isla Santa Cruz, en Galápagos. En el sitió abortó. El lobezno, que nació con vida, murió a los pocos minutos.

Eduardo Espinoza, responsable del Programa de monitoreo de ecosistemas marinos de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) en Santa Cruz, indica que la loba –que tras la pérdida de su cría volvió al mar– había sido víctima de un tiburón, su predador natural, y que al parecer abortó por el estrés que sufrió por el ataque.

Una empleada del Parque Nacional Galápagos (PNG) llegó al sitio para asistir a la loba, pero solo alcanzó a recoger la cría ya fallecida. Pese a la ayuda casi inmediata, no alcanzó a asistir a la madre, que malherida optó por irse de nuevo al océano.

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Pero los tiburones no son los únicos predadores con que se enfrentan los lobos marinos en las islas Galápagos, aseguran expertos que los monitorean, también están los animales introducidos, sobre todo perros y ratas, los que, afirman, están siendo controlados con el Plan de manejo para la conservación de los lobos marinos, que se realizará en un lapso de cinco años.

Carlos Ortega, director de la Unidad Técnica del PNG en San Cristóbal, refiere que no hay un estudio provincial sobre la población de lobos en las islas, pero que a mediados del 2013 se censó a los existentes entre San Cristóbal, Española y Floreana, y se determinó que las especies rotan siempre entre las mismas colonias. En esa zona se estima que habría unos 1.400 lobos.

Además de la especie Zalophus wollebaeki o lobo marino de un pelo, en las islas existe el lobo de dos pelos (Arctocephalus galapagoensis). Ambas especies, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), están en peligro de extinción, en categoría estado crítico. Reportes científicos realizados al 2008 indicaban que había unos 30.000 lobos de un pelo y cerca de 15.000 de los de dos a nivel provincial.

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“No existe un censo global (de los lobos marinos en Galápagos), solo hay datos provinciales de hace muchos años. El último censo (realizado en diciembre del 2012) no fue provincial, fue un censo en las islas San Cristóbal, Floreana y Española, donde hay al menos 1.400 ejemplares”, expresa Ortega, y refiere que del total, el 50% está en Puerto Baquerizo Moreno.

Según un estudio realizado en el 2000, se estimaba que podría haber entre 14 mil y 16 mil lobos marinos en las islas Galápagos, expresa la Dirección de la Unidad Técnica del PNG con sede en San Cristóbal. En ese año se hizo el último censo a esa especie a nivel del archipiélago.

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En el Plan de conservación, dice Ortega, se han ampliado el monitoreo y la atención inmediata de actividades anómalas. Además, crece la campaña El lobo marino, la cara de San Cristóbal, que busca concienciar a la comunidad, al sector pesquero y turístico sobre la protección y convivencia con la especie.

“Con el sector pesquero se inició un plan piloto; se han colocado mallas en 27 pangas, en las que normalmente los lobos buscaban descansar y las hundían, lo que causaba malestar entre los pescadores. Pero se ha ido mejorando y se están dado buenos resultados. Además, se ha ampliado el número de plataformas flotantes para el descanso de los lobos. La comunidad está haciendo conciencia y mantiene una mejor convivencia con los lobos marinos”, manifiesta.

1.400 lobos
Hay en las islas San Cristóbal, Floreana y Española.

1 cría
Cada dos años es el promedio de hijos que tiene un lobo marino, por eso están en riesgo de extinción.

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