Uno de los creadores más esperados en la Semana de la Moda, el diseñador Jason Wu, no decepcionó al mostrar en Nueva York una colección de primavera-verano fluida y llena de transparencias femeninas.

El modisto de 30 años, nacido en Taiwán y que se vio consagrado tras ser el elegido por Michelle Obama en dos de los bailes de la gala inaugural, reunió en la primera fila de su presentación a famosos como la cantante Alicia Keys, la actriz británica Emily Mortimer, la ineludible editora de la revista Vogue, Anna Wintour, la actriz canadiense de Mad Men, Jessica Paré y la jugadora de tenis Maria Sharapova para celebrar su fiesta particular de la moda.

Rehuyendo los atrevidos y a menudo contrapuestos estampados vistos en la pasarela últimamente, utilizó una paleta de colores silenciosos que van desde el marfil, el gris perla, el verde salvia pálido y el azul metálico en una colección que definió como un “diálogo entre la construcción y la comodidad”.

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De piezas ajustadas y personalizadas a jerséis holgados, Wu pasó a telas transparentes y finas, hasta en una instancia proponiendo un caftán transparente sobre ropa interior blanca, mezclando también lo masculino con lo femenino.