Dentro de la industria bananera se usa una herramienta de aluminio en forma de horqueta para medir el diámetro del guineo. Eso es indispensable para determinar el mejor momento para cosechar los racimos de banano de exportación.

Esa horqueta va fijada en un palo y el operador recorre con esta la plantación realizando la labor. El trabajador gana por hectárea recorrida y en promedio avanza 10 hectáreas en un día.

Al ser un mecanismo manual, la medición a veces no suele ser precisa y acarrea pérdidas. Eso llevó a Reybanpac, empresa domiciliada en Guayaquil que cultiva y exporta banano, a buscar una herramienta que sea más confiable y rápida para reducir la pérdida. Y para ello realizó un concurso con la idea de hallar entre universitarios la mejor propuesta.

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Un grupo de la Escuela Politécnica del Litoral ganó ese desafío meses atrás creando un calibrador mecatrónico de banano.

Jenny Valladolid, estudiante de ingeniería agrícola que lideró el proyecto de cinco integrantes, explica que diseñaron una herramienta que tiene forma de pinza, con sensores.

La pinza funciona con dos ergomotores, agarra el banano y los sensores detectan la presencia del objeto.

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Usaron un algoritmo con la parte de programación que puede tomar los grados del banano y almacenar la información.

“Esto permite llevar un registro y se puede mapear la zona por la que el trabajador va pasando. Con ese registro se le puede hacer seguimiento a la plantación para ver qué zonas se estaban cubriendo”, explica Valladolid.

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Steven Aguayo, quien participó en la parte electrónica, indica que para crear este calibrador usaron componentes que pudieron encontrar en Guayaquil.

Para desarrollar el dispositivo utilizaron las instalaciones de Asiri, un laboratorio que ayuda a concretar las ideas de politécnicos.

Aguayo cuenta que realizaron pruebas de campo y el margen de error es mínimo. Además, el dispositivo mecatrónico puede ir modificándose para bajar sus costos de su fabricación y masificarlo. En el armado del aparato invirtieron entre $ 80 y $ 100.

El calibrador mecatrónico de banano ahora pertenece a Reybanpac y los creadores esperan que pronto se use en campo. (I)

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