Fotografiada con la cadera echada hacia adelante, para presumir su vestido marca Margiela y sus jeans cuidadosamente deshilachados, Lyn Slater emana un estilo que es poco común entre sus pares. Sí, tiene 64 años en una era en la que otras mujeres de su edad se sienten presionadas a rehuirle a la cámara. Pero Slater no va a dejar que eso le suceda.

Su influyente cuenta de Instagram, Accidental Icon, tiene decenas de miles de seguidores, en su mayoría jóvenes a los que les encanta su tono impertinente. “No tengo 20 años. Ni quiero tener 20 años, pero me siento genial. Y en eso pienso cuando publico una foto”. Su voz es parte de un coro de contemporáneas: mujeres en sus sesenta y setenta que se enfrentan al envejecimiento de manera audaz y con un estilo muy cautivador. Estén casadas o solteras, trabajen o no, y casi todas de ellas abuelas, se han hecho sentir en Instagram con la intención de socavar las nociones antiguas sobre cómo se ve y se siente ser ‘viejo’.

“Estas mujeres son embajadoras de la edad”, dijo Ari Seth Cohen, creador de Advanced Style, un blog de estilo callejero del que ya salieron dos libros y una película que documentan lo que él llama “la moda y la sabiduría de los de mayor edad”. Hizo notar que a quienes capta en su trabajo son un reflejo y también contribuyen a los cambios en las percepciones sobre envejecer.

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La inspiración detrás de estas declaraciones vivaces son las mujeres que se autonombraron “instabuelas”, como Helen Ruth Elam van Winkle, alias Baddie, de 89 años.

La influencia de estas mujeres ha sido propagada por nuevos aires, pues coincide con la mayor visibilidad y peso de personajes políticos como la magistrada de la Suprema Corte de los Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg, o con abuelas de alto perfil como la actriz Meryl Streep o la cantante Cher en la nueva película de Mamma Mia. (I)