Después de la gastronomía francesa, los bistrós de París, esos restaurantes donde sirven platos típicos a precios abordables y donde los parisinos suelen rehacer el mundo sentados en sus terrazas, quieren entrar en el patrimonio inmaterial de la humanidad.

“Desde hace diez años, los bistrós y las terrazas de París desaparecen en beneficio de las sandwicherías, la comida rápida y los restaurantes exóticos, y con estos el arte de vivir, el hecho de compartir y el mestizaje étnico, confesional y social”, explica a la AFP Alain Fontaine, propietario del Mesturet, un bistró del centro de París.

La asociación que preside presentará en septiembre su dossier de candidatura para inscribir en el patrimonio cultural inmaterial de la Unesco los bistrós y terrazas de París, con el fin de “proteger” estos “lugares familiares que representan una verdadera cultura popular”.

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La decisión se conocerá como muy temprano en diciembre de 2019 o enero de 2020. Según Fontaine, París cuenta con menos de un millar de bistrós, de un total de 14.000 puntos de restauración, es decir un 14%, alrededor de la mitad que hace 20 años. (I)