Controlar desde un teléfono móvil varias funciones de la casa. Ver un carro sin conductor repartiendo pizzas. Tener un robot de grandes ojos azules como asistente de la cocina o una refrigeradora  con pantalla incorporada para controlar algunas cosas del hogar. Ese escenario futurista que décadas atrás parecía lejano ahora se muestra más próximo al consumidor con las invenciones que ayer se presentaron en la apertura al público del CES, la feria tecnológica más importante del mundo.

Varios de esos inventos serán probados o estarán listos de aquí hasta el 2020 en un intento por explorar la posibilidad real de que entren al mercado. Esta carrera por llevar al consumidor  estos prototipos tiene una ruta trazada en algunas marcas. Byton, una firma china que trajo su carro inteligente a CES, espera presentar este nuevo modelo en el 2019 en China y en el 2020 en Estados Unidos. Tiene una enorme pantalla que muestra diversas funciones y cámaras que determinan el perfil del conductor.

La japonesa Toyota, que llegó con E-Palette, un vehículo eléctrico y autónomo, pondría a prueba su invención en EE.UU. desde el 2020.

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Así como hay una visión para el futuro de la  movilidad, también hay una para el interior del hogar pensada en una mayor conectividad. La idea se enfoca en la internet de las cosas (IoT), con aparatos que estén interconectados y que puedan ser controlados, por ejemplo, desde el celular. Con este concepto se podría ver desde un televisor quién llama a la puerta o desde el panel de una refrigeradora apagar todo el circuito de luces de la casa.

Las redes de quinta generación  han sido un aspecto abordado en esta cita. Los fabricantes se están asociando con proveedores de servicios inalámbricos y de banda ancha para realizar las primeras pruebas con clientes de conectividad 5G con velocidades hasta cien veces más rápidas que el 4G LTE disponible hoy en los teléfonos. (I)