La energía solar camina a paso muy lento en Ecuador. Es una fuente proveedora de funcionamiento muy incipiente. Édgar López Moncayo, máster en Energía y Medio Ambiente y gerente de Proyectos de Fundación Cerro Verde, señala que según el informe de Balance Nacional de Energía, a septiembre del 2016 y elaborado por la Agencia de Regulación y Control de la Electricidad de este país, la oferta de energía eléctrica, determinada por su potencia nominal generada por fuentes renovables, la constituían: hidroelectricidad 49,82 %; biomasa 1,96 %; fotovoltaica 0,36 %; eólico 0,29 %; biogás y el 57,54 % corresponde a fuentes que usan combustibles fósiles.

Explica además que sobre los sistemas fotovoltaicos se reportan 22 concesiones privadas para generar 33.3GWh de energía bruta al sistema nacional interconectado (SNI) del país. Las unidades para medir la radiación solar son W/m2 y la radiación solar de un día promedio en Ecuador es de cerca de 3kWh/m2/día.

De acuerdo a la tecnología del panel solar, estos pueden tener eficiencias de conversión de entre 25% hasta 40%, esto implica tener paneles con potencias comprendidas entre 250 W/m2 y 400 W/ m2.

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Los sistemas fotovoltaicos generan energía eléctrica con la base de los rayos solares. Esta energía puede ser usada en forma directa, es decir, en usos durante algunas horas o puede ser también acumulada en baterías para su uso nocturno o durante 24 horas, afirma Peter May, gerente de Codesolar Cía. Ltda.

Y añade que hay sistemas autosuficientes o sistemas isla, en los que solamente la energía del sol abastece los usos eléctricos. Estos tienen como componentes los paneles solares, un regulador, las baterías para acumular la energía y un inversor, si se quiere trabajar con energía eléctrica de 110 vatios alterna.

Considera que los sistemas fotovoltaicos son más económicos que el uso de un generador a combustible, y no requieren casi ningún mantenimiento. “Se usan los sistemas fotovoltaicos en instalaciones remotas donde no llega la energía pública, también con aplicaciones que necesitan una energía eléctrica garantizada o sin interrupciones, y para sistemas de respaldo energético (UPS)”.

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López Moncayo menciona que los sistemas fotovoltaicos instalados en el Ecuador se benefician por la posición geográfica del país, ya que al estar este país en la mitad del mundo, la radiación solar es constante durante todo el año, variando en las estaciones lluviosas. Esto ha permitido que se soliciten concesiones a 15 sistemas o granjas solares en diferentes lugares del país, distribuidos tanto en la Costa como en la Sierra, de acuerdo al informe Conelec 2013.

La generación de energía fotovoltaica puede ser de dos tipos: sistemas aislados o granjas solares, señala el experto en Energía y Medio Ambiente. Los primeros, es decir, sistemas fotovoltaicos que se instalan en domicilios, permiten llevar la energía eléctrica a lugares de la geografía ecuatoriana que carecen de interconexión al Sistema Nacional Interconectado (SNI), o en donde realizar las conexiones son muy costosas. “Se ha instalado diversidad de sistemas aislados en lugares remotos como la Amazonía, islas en el Golfo de Guayaquil y lugares apartados de la serranía”.

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Todos los sistemas solares deben cumplir las leyes y normas nacionales como internacionales, expresa May. “Típicamente cumplen los equipos de calidad las más exigentes certificaciones internacionales, que garantizan la buena elaboración, la vida útil, y entonces el pronto retorno de la inversión”.

Estima que es importante en el Ecuador “la omisión de los impuestos de importación y del IVA para fomentar el uso de las energías renovables, reduciendo así los gastos en energías convencionales”.

El gerente de Proyectos de Fundación Cerro Verde afirma que hay potencial en construir viviendas que sean autosuficientes con sistemas fotovoltaicos, ya que se pueden instalar paneles solares en los techos. Los paneles solares actualmente son más flexibles y pueden acomodarse de manera que no afecte la arquitectura de las viviendas.

Sostiene que la empresa SolarCity en Estados Unidos oferta viviendas con sistemas fotovoltaicos instalados, pagando mensualmente una cuota de 60 dólares, que corresponden a un contrato de arrendamiento por 20 años. No obstante, piensa que el mercado ecuatoriano debe regular este tipo de alternativas para que sean atractivas a los usuarios y a los empresarios que deseen desarrollarlas. “El motivo que impide el desarrollo de este tipo de proyectos es la legislación vigente, debido a que el único proveedor de energía es el Estado, sin embargo, se debería estudiar la posibilidad de que los complejos habitacionales equipados con sistemas fotovoltaicos sean considerados como un generador de energía al Sistema Nacional Interconectado”.

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Usos

Los sistemas fotovoltaicos tienen otras aplicaciones: para iluminación pública, sistemas autónomos de señalización, sistemas de control remoto, sistemas de GPS, cámaras de vigilancia, energización garantizada para procesos críticos como servidores y computadores, energía gratuita para carros eléctricos, cogeneración eléctrica en todos los tamaños.

Las características de las granjas solares son que el lugar donde se instalen debe tener una cantidad de radiación solar, los paneles solares transforman, a través de fotoceldas, la energía solar en energía que en un inicio es directa. Esta es posteriormente almacenada en acumuladores de energía, conocidos como baterías o similares. La energía de corriente directa almacenada en las baterías, a través de unos dispositivos denominados inversores, convierte la energía directa en energía alterna, la cual por medio de sistemas de transformadores es distribuida al Sistema Nacional Interconectado.

Los sistemas fotovoltaicos aislados funcionan de manera similar que las granjas solares, con la diferencia de que luego de transformar la energía directa en energía alterna, en el inversor, la energía es distribuida al interior del domicilio. Para el mantenimiento del sistema aislado, es necesario limpiar los paneles solares para captar la radiación solar, cargar las baterías o colocar agua oxigenada a la misma, para que esté operativa, y eventualmente después de un período cambiar por una batería nueva. No sobrecargar el sistema fotovoltaico al conectar más equipos eléctricos que superen su capacidad de generación.

Hay también sistemas solares térmicos para agua caliente. Asimismo, existen dos tipos de paneles solares térmicos: los paneles planos, que se pueden usar para temperaturas bajas, porque tienen menos eficiencia, pero son más económicos; y los paneles de tubos de vacío, que tienen una alta eficiencia y llegan a temperaturas mayores.

Hay sistemas fotovoltaicos directos que trabajan sin baterías, así como los sistemas fotoeléctricos de cogeneración y los sistemas fotovoltaicos para el respaldo energético.

De acuerdo a un reporte de la situación de los sistemas fotovoltaicos en América Latina, la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) indicaba que Ecuador ha tenido importantes iniciativas de electrificación rural con sistemas fotovoltaicos aislados, como consecuencia de las inversiones realizadas por el Fondo de Electrificación Urbano Marginal (Ferum), entre otras iniciativas. Además, indica Olade, Ecuador ha sido pionero en el desarrollo de proyectos de microrredes de sistemas fotovoltaicos aislados. (I)