Publicidad
Cuatro familias perdieron a menor de 3 años, la casa y sus posesiones en un incendio. Piden a las autoridades ayuda en la situación que están pasando.
El hornado, la fritada y otras delicias elaboradas con cerdo son autóctonos de la sierra ecuatoriana. Sin embargo, una vez llegados a este suelo conquistaron el paladar de los guayaquileños.
Sancochado, frito, horneado o al vapor, el plátano verde se somete a todo sin perder su exquisito sabor. No falta en el desayuno del guayaquileño que se atiende como rey el fin de semana o un día cualquiera en el que se da su gustito olvidando al tradicional pan.
El arroz con menestra y carne es una de las delicias más cotizadas, no solo en la Costa, en todo el país, sobre todo por las variantes que se pueden aportar a este plato, como el tipo de grano y especialmente en el tipo de carne que lo acompaña.
Al ser preparados a base de productos del mar o mariscos, estos platos son predominantemente de la Costa, en donde la variedad y cantidad de platos no se ha detenido hasta la actualidad.
En sus inicios, el encebollado no se trataba de un plato de mariscos, sino de pollo, “se hacía con papas, pollo, picante, y otros ingredientes, luego por las embarcaciones que llegaban al río Guayas traían pescado y se cambio el pollo por el pescado y también la papa por la yuca.
Los cangrejos, sea en la variedad que se los prepare, son mariscos que se consumen en familia o con amigos, no es un plato individual, como lo explica Ricardo Saltos, chef educador con una especialidad en la cocina ecuatoriana.
Es un plato que combina a la perfección lo dulce de la fruta y lo agrio de la fermentación. El seco de gallina nació en Santa Elena, de acuerdo a los historiadores.