Publicidad
Es época de Cuaresma, silencio en el cual meditamos si cumplimos con la doctrina de amor, justicia, santidad, de Jesús de Nazaret.
Propago amor con mis pensamientos, oraciones y acciones.
Honro a todas las figuras paternas en mis oraciones.
La palabra diaria
El orden divino está activo en toda área de mi vida.
Al descansar en la presencia divina, recibo consuelo.
¡Yo soy bendecido maravillosamente!
Yo soy uno con todos.
Enfoco mi atención en el bien y hago surgir lo mejor en toda situación.
El poder restaurador de Dios abre el camino hacia el perdón.
La palabra diaria
Estoy dispuesto a seguir mi corazón.
Al perdonar, el amor divino fluye por medio de mí, sanando todo dolor y resentimiento.
Creo un mundo de unidad.
Hoy recibo con beneplácito las nuevas posibilidades que nacen en mí.
Yo soy el amor del espíritu expresándose en este mundo.
Yo soy uno con la sabiduría infinita.
La fortaleza divina se expresa por medio de mí como balance y confianza.
Yo soy guiado por las ideas divinas.
El gozo del Señor es mi fortaleza. ¡Yo soy el gozo de Dios!