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Se vuelve un delito deshonrar la bandera o no ponerse de pie por el himno nacional, castigado con sentencias de hasta un año de cárcel y multas equivalentes a por lo menos 4.000 dólares, según el decreto presidencial.
Presento mi dimisión del puesto de vicepresidente y pido a Dios el altísimo que preserve nuestro querido Egipto de todo lo malo, y que cumpla las esperanzas y aspiraciones de pueblo, dijo en una carta el vicepresidente egipcio de Relaciones Exteriores.
El gobierno advirtió que “no habrá marcha atrás” en la decisión de disolver las protestas.
Presidente interino se reúne con líderes políticos para analizar la grave situación del país.