Los centros de estudios regresaron a las clases presenciales, como lo hace la escuela Ciudad de Tulcán, en el sector de Fertisa, sur de Guayaquil, manteniendo sus alumnos y personal las medidas de bioseguridad. / EL UNIVERSO / Jorge Guzmán. Foto: Jorge Guzmán


Publicidad


Al inicio de cada año o ciclo lectivo es importante que las entidades educativas hagan evaluaciones pedagógicas que determinen el grado de conocimiento de los estudiantes, y los nivelen. (O)


Publicidad

Ivo Orellana Carrera

Quienes tenemos el privilegio de ejercer por vocación el apostolado de la docencia sabemos que al inicio de un nuevo periodo lectivo dentro del proceso de enseñanza–aprendizaje se debe par tir de una fase de diagnóstico de la situación real de los educandos, esto en condiciones de normalidad, y hoy en día con más razón luego de dos años de un trabajo educativo virtual por la pandemia, que por más efectiva se crea que fue la tarea, son reales las deficiencias por vacíos o por no bien cimentados conocimientos en los estudiantes.

Publicidad

El educador juega un papel fundamental para determinar ya, presencialmente, si se podrán alcanzar las metas y los objetivos propuestos. De los resultados de ese trabajo previo, se deriva la tarea pedagógica de nivelación de conocimientos, para superar falencias detectadas o situar a los niños y los jóvenes en un ambiente de igualdad de logros frente a la heterogeneidad del grupo del grado o del curso. Esta nivelación es como estrategia de prevención, un refuerzo del conocimiento impartido, intentando en lo posible individualizar la enseñanza de conjunto para superar la diferencia de saberes básicos en cada asignatura. Se tratará, además, de que los estudiantes se mantengan motivados, aplicando tácticas académicas para que en la continuidad del periodo educativo no se produzcan inconvenientes por retrasos o por falta de conocimientos pendientes.

En síntesis, las clases de nivelación para estudiantes son necesarias, luego de una evaluación diagnóstica para unificar conocimientos y dotar a los alumnos de bases sólidas para el nuevo desafío escolar. (O)



Publicidad

José Roberto Coello León

Desde luego que debe haber nivelación.

Opino que en las habilidades del docente debe estar la retroalimentación como una excelente herramienta cultural. (O)


Francisco Enrique Lata Yupa

Sí, es muy útil realizar en las escuelas, los colegios, nivelaciones de las materias de estudio, en vez de enviar tareas a la casa.

Lo importante de la educación es practicar día a día lo aprendido en las clases, mejor si lo hacen en casa con las prácticas en la educación financiera de sus hogares, ventas, compras o con ayuda de plataformas libres en la web. (O)


Rosa Elena Pin

Hasta deben nivelarlos a los chicos, en socializar con maestros y compañeros, el encierro los tiene desconfiados, huraños, exigentes en las comidas (comen a cada hora golosinas), quieren acostarse tarde, el amigo es el teléfono celular todo el día, durante toda la pandemia de coronavirus.

No extrañan a sus antiguos compañeros, quieren comer, estar en la cama con el televisor, los videojuegos, viendo los chismes de las redes sociales. (O)


Wilmer Zambrano

El ‘disco duro’ del estudiantado en la pospandemia del COVID–19 ha quedado en cero. Han sido dos años lectivos perdidos. Significa que los docentes deben empezar como si los estudiantes estuviesen en nivel de dos años atrás. De no hacerlo tendremos chicos con enormes vacíos, no logro de destrezas, por tanto, habrá profesionales mediocres.

Existen alumnos que estando en bachillerato no saben leer y escribir, se han perdido estas destrezas. El tal currículo priorizado en la pandemia, al parecer fue elaborado al apuro y por gente que de educación no sabía nada, y aun siguen utilizando textos de ‘la vitrina pedagógica’ que no sirven. (O)


José Ernesto Ortoneda Sánchez

Estoy de acuerdo que en los estudios presenciales se dicten clases de nivelación para refrescar en la mente todo lo aprendido en cuanto a lo básico relacionado con la carrera que se siga estudiando.

Es importante que fortalezcan y experimenten estudios sobre la especialización de los estudiantes. (O)


Gian Marcos Cevallos Gallegos

Si bien es cierto que a causa de la pandemia de COVID–19 la educación tuvo que dar un cambio apresurado y brusco, trasbordándose de la docencia presencial a la virtual, y que en la mayoría de casos representó un reto para docentes y estudiantes; sería incorrecto decir que aquello fue un fracaso en educar a los jóvenes, porque hubo ciertas excepciones.

Aunque es importante reconocer que mientras las clases se practicaban de forma virtual, circulaban en las redes sociales de manera constante audiovisuales en los que se vio a los estudiantes recibiendo clases acostados en sus camas; dormidos; en alguna reunión social; entre otras, que son claras representaciones de que la educación online no cumplió su objetivo. Tomando en consideración que estamos hablando de más de un año de supuesta educación recibida, no se puede dejar pasar por alto los vacíos de conocimientos tanto por negligencia del estudiante como por la del docente durante el periodo lectivo de la virtualidad. Considero que no solamente es correcto sino necesario realizar cursos de nivelación donde los docentes puedan saber en qué ‘página’ se encuentran sus estudiantes, para adaptar las clases a las necesidade de los alumnos, garantizar una educación íntegra de calidad, atender a cada estudiante en particular. Tener en cuenta que las aulas no están llenas de máquinas, sino que los docentes tienen bajo su responsabilidad una población que representa el futuro de nuestro país. (O)