Centro de la ciudad de Zaruma, El Oro, donde se derrumbaron casas por la minería subterránea. API / César Pasaca Foto: El Universo



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La minería ilegal y otras acciones que producen peligrosas excavaciones, contaminaciones y más daños, como los ocurridos en la ciudad de Zaruma hace dos semanas, necesitan rigurosos controles. (I)


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Pedro Antonio Espinoza Valarezo

La reciente tragedia el 15 de diciembre de 2021 en mi natal Zaruma, el colapso del metro en México en mayo de 2021 y el colapso del paso a desnivel de la avenida de las Américas en Guayaquil por el terremoto de Pedernales en el 2016; tuvieron un factor común, que nuestros gestores públicos son reactivos, mas, no preventivos.

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Que estas tragedias sirvan de lección a las grandes ciudades del país para evitar desgracias futuras. Que esto también sirva de lección para que los gobiernos locales inviertan recursos en hacer una evaluación del estado de las infraestructuras existentes, elaboren planes de mantenimiento y eviten tragedias que a más de cobrar vidas, dejan los corazones destrozados. Mi opinión es de ingeniero máster en gestión y planificación de ingeniería civil, y consultor especialista en gestión de proyectos. (O)



Alfredo Ludeña Valdiviezo

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Seguramente existe leyes que contemplen prohibiciones de excavaciones en el perímetro urbano y otras sitios de riesgos en el cantón Zaruma, el problema está en que no se cumplen porque las autoridades de control, empezando por el Ministerio de Minas, Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, la Gobernación de la provincia de El Oro, Alcaldía, Intendencia, etc., como son políticos de libres remoción y con poco tiempo para recuperar lo invertido en campañas o cupos políticos seguramente no escuchan las recomendaciones de los verdaderos técnicos en minas que seguramente existen como empleados de carrera, y siguen otorgando permisos de excavación, funcionarios que por vez primera conocen la puerta de un túnel que conduce al laberinto interminable de cuevas subterráneas que se conectan entre sí, debilitando el asentamiento de las viviendas que por décadas existen en esta población patrimonio nacional.

De forma urgente y terminante deben prohibir más perforaciones en sitios de alto riesgo y contratar técnicos para una evaluación muy profesional, colocar estructuras que eviten eminentes desplomes de más sitios históricamente reconocidos, pérdidas económicas y –por supuesto– de vidas humanas. (O)



Vilma Irene Villamarín

Castiguen duro la corrupción y rescaten ya a la ciudad de Zaruma. (O)



Salvador Loffredo Autheman

El científico Albert Einstein en una de sus frases celebres dijo: “Es más importante la imaginación que el conocimiento”.

En consecuencia, si nos ponemos a pensar el porqué se producen los hundimientos en Zaruma, estarán de acuerdo en que la solución inmediata no es rellenar las cavernas debajo de la ciudad; sino efectuar en sitios ubicados aguas abajo de Zaruma y próximos a un cauce seco, una perforación horizontal contra la ladera, en dirección hacia el centro de lo que fue el hundimiento ocurrido más próximo en la urbe, y suspenderla en el momento en que se comienza sacar la tierra húmeda de la perforación horizontal; y se continúe con una sonda. Al quitar la humedad dentro de los túneles, con seguridad se suspenderán los deslizamientos internos y los hundimientos externos. Después, se podrá meter equipo de prospección teledirigido para oscultar en dónde se debe rellenar o reforzar, que eso es decisión de los técnicos, geólogos. Solo propongo –como ingeniero civil– una visión diferente para que la evalúen. (O)



José E. Ortoneda Sánchez

Previniendo situaciones que pueden suscitarse, se logra evitar que ocurra lo que no se quiere que suceda, y se consigue salud y bienestar. En lo concerniente a lo ocurrido en diciembre en Zaruma, las sanciones tienen que ser establecidas de acuerdo a lo que manda la ley, revisando lo que está vigente y obsoleto en relación a las penas o sentencias correspondientes para que se alcance el respeto por parte de quienes las infringen o para que no las irrespeten. Existe una imperiosa necesidad de que el Gobierno disponga una exhaustiva investigación sobre un problema que ha venido ocurriendo desde hace años y cuyas consecuencias, ahora funestas y lamentables, se están viendo llegar. No cabe la menor duda de que los tentáculos de la corrupción también han corroódo el sector minero en nuestro país. Una vez más las autoridades han fallado, a lo mejor por desconocimiento y el pueblo, como siempre, está pagando los platos rotos. (O)