Se trata ya de una cuestión humanitaria

Al cumplirse ayer el decimocuarto día del paro indígena —disminuido— estaba previsto que, por la tarde, la Asamblea Nacional reinstale la sesión virtual para seguir tratando la solicitud de UNES de revocar el mandato al presidente de la República, a pesar de que previamente el presidente del Legislativo promovió otro intento de diálogo entre el Gobierno y los indígenas.

En ese contexto, al mediodía, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional dio un informe sobre las mesas técnicas que monitorean las consecuencias de las movilizaciones en los sectores productivos y educativos, explicando que el bloqueo que se mantiene en algunas vías neurálgicas pone en riesgo la vida de personas porque no permite el paso de convoyes con alimentos, productos de primera necesidad, medicinas y oxígeno para enfermos críticos, lo que se ha tornado una situación crítica de índole humanitaria.

Los derechos humanos de millones de personas están siendo afectados: se impide la libre movilidad, el acceso a alimentos y el derecho a desarrollarse en condiciones de seguridad. Las afectaciones comienzan de manera directa con los campesinos a los que se les impiden vender sus productos; eso crea desabastecimiento en los mercados y acarrea pérdidas para algunos sectores, como el de las exportaciones y el turístico, que podrían tardar mucho tiempo en recuperarse.

El jueves de la semana pasada, el ataque a un convoy militar en la vía Calacalí-Nanegalito-Los Bancos causó 17 militares heridos con lesiones considerables y varios vehículos incendiados; el propósito del convoy era permitir el flujo logístico de más de 1.000 camiones que se encontraban en esa vía con alimentos, medicinas, combustibles. Ayer, en la vía Molleturo-Cuenca otro convoy fue atacado para impedirle avanzar hacia la capital azuaya.

La dirigencia indígena insistió ayer en que el paro sigue y la agenda de los diez puntos se mantiene, y anunció que hoy retomarán las movilizaciones. El diálogo no parece ser su opción, por lo que el Gobierno deberá hallar otra salida. (O)