A diario circulan vehículos sin placas por calles y carreteras. Se presume que la principal motivación es evadir las cámaras que registran el exceso de velocidad o la invasión de los carriles exclusivos de la Metrovía en Guayaquil. También se muestran sin placas los vehículos utilizados para cometer fechorías y crímenes.

Los controles emprendidos por las autoridades para sancionar a quienes incurren en esta falta no cumplen a cabalidad con su objetivo. La norma se sigue quebrantando con bastante frecuencia.

Ayer, tras asesinar a una mujer internada en una clínica en el norte del Puerto Principal, cuatro sicarios huyeron en un vehículo blanco, sin placas, que fue localizado horas después en el sur de la ciudad. La Policía informó en redes sociales que en el interior del vehículo halló tres armas de fuego (una pistola Glock y dos fusiles AM15), 179 cartuchos, tres alimentadoras y teléfonos celulares.

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Varios internautas reaccionaron criticando que las autoridades no hagan los esfuerzos suficientes para controlar a los contraventores.

Según el Código Orgánico Integral Penal (artículo 389, numeral 12), la persona que conduzca un vehículo automotor sin las placas de identificación correspondientes o con las placas alteradas u ocultas y de conformidad con lo establecido en los reglamentos de tránsito comete una contravención de tránsito de cuarta clase y será sancionada con multa equivalente al treinta por ciento de un salario básico unificado del trabajador en general y la reducción de seis puntos en su licencia de conducir.

En caso de que la Agencia Nacional de Tránsito no haya entregado placas, los vehículos deben circular con un documento que constituye una placa temporal exhibida en los parabrisas.

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Que haya vehículos circulando sin placas es un indicio de que hay contraventores a los que no los alcanza la ley o de que están fallando los controles; las instituciones involucradas deben afinarlos para corregir las falencias. (O)