En varias regiones del mundo se reportan fenómenos y catástrofes climáticos cada vez más intensos y destructivos. Con ese antecedente, ayer se inauguró en Glasgow, Reino Unido, la Conferencia del Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas (COP26) bajo el signo de urgencia, para contener el calentamiento del planeta.

El objetivo establecido por la comunidad internacional, hace seis años en el Acuerdo de París (COP21), de mantener límite del calentamiento del planeta en +1,5 ºC está siendo incumplido y las proyecciones más recientes estiman que el mundo se dirige casi al doble: +2,7 ºC.

La COP (conference of the parties) –encuentro anual en el que participan los 191 países que han adoptado la Convención Marco de Naciones Unidas por el Cambio Climático– este año se realiza con la ausencia del presidente chino Xi Jinping y el ruso Vladimir Putin, siendo sus países el segundo y tercero con la mayor acumulación de emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de combustibles fósiles, deforestación y uso de los suelos.

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El compromiso de los líderes del mundo con la remediación es tan importante como el de las nuevas generaciones, pues la demanda de energía para cubrir las actividades humanas orientadas al progreso, así como la necesidad de los exportadores de combustibles fósiles, dificultan que el mundo se vuelque con más agilidad en la búsqueda de energías limpias.

En la COP26, que se realizará hasta el 12 de noviembre, con la asistencia de delegados políticos y altos funcionarios gubernamentales, asistidos por expertos científicos y técnicos, se negocian acuerdos y acciones de cooperación a escala mundial, tratando de conseguir estabilizar la concentración en el aire de gases de efecto invernadero. También se revisará el grado de cumplimiento de los compromisos alcanzados por los países en anteriores conferencias, las que se vienen celebrando anualmente desde 1995. Las previsiones no son alentadoras, pero al menos parece que la concienciación sigue en aumento entre los jóvenes. (O)