El presidente de la República, Guillermo Lasso, como lo había anunciado en cadena nacional de comunicación el jueves por la noche, acudió ayer a la Asamblea Nacional para entregar el Proyecto de Ley Creación de Oportunidades en manos de Guadalupe Llori, titular del órgano legislativo.

Gran parte de la población económicamente activa que no cuenta con un empleo adecuado estará pendiente de lo que resuelvan los asambleístas.

El mandatario puso énfasis en que este proyecto de ley necesita ser tratado con urgencia por parte de la Asamblea, pues la situación del país así lo requiere.

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En respuesta, Llori refirió que la propuesta será intensamente debatida y analizada por los legisladores, respetando los criterios de los distintos sectores, antes de ser derogada o aprobada.

En lo medular, las medidas contenidas en el proyecto de ley cubren varios aspectos con la finalidad de incentivar la creación de empleos y la productividad. Se redistribuyen impuestos y se propone que, sin derogar el actual Código laboral, se dé paso a contratos de trabajo alternativos a plazo fijo, que podrán durar hasta cuatro años, pasado ese lapso se convertirán en indefinidos.

A los sectores que les preocupa la precarización laboral les parece inadecuado que haya esa dualidad. Sin embargo, es importante anotar que la inmovilidad no es una opción. El país es la suma de varios sectores, y cada uno está llamado a hacer planteamientos viables y eficientes. Resulta arcaico ubicarse en el lado opuesto solo para denostar las iniciativas del Gobierno sin una contrapropuesta válida.

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Los líderes políticos podrían asumir esta coyuntura como una oportunidad para mostrar renovación. Si realmente procuran el bienestar ciudadano y del país, sumarse en la búsqueda de soluciones es la senda lógica, pues la pandemia le mostró al mundo que la adversidad se enfrenta con cambios, innovación y esfuerzos redoblados. Los tiempos actuales demandan propuestas creativas; los líderes políticos que lo perciban sabrán adaptarse. (O)