El asesinato de Nathaly López, la directora administrativa del hospital Teodoro Maldonado Carbo, del IESS, debe estremecer a toda la sociedad ecuatoriana. Es otra víctima de la violencia, sí, pero detrás de su muerte hay una estela de dudas. Dejar en la impunidad este caso sería un doble crimen.

Tras el asesinato, entre la noche del 28 de marzo y la mañana de ayer, se presentaron al menos seis renuncias de funcionarios con rangos de jefe en el centro asistencial y se conoció que otras dimisiones están en trámite. Mensajes y llamadas con amenazas de muerte a quienes junto con la víctima venían desarrollando una reingeniería administrativa levantan alertas, pero también impotencia.

En el caso de la directora administrativa, no hay registros en la Fiscalía de alguna denuncia por intimidación o amenaza, sí las hay de otros directivos. Incluso el gerente general de esta casa de salud, Francisco Pérez, sufrió un intento de secuestro hace más de un mes. ¿Por qué tantos atentados y amenazas alrededor de funcionarios de un mismo ente?

Publicidad

A mes seguido, dos directivos del hospital Teodoro Maldonado Carbo, del IESS, sufrieron ataques violentos

El actual equipo administrativo del hospital Teodoro Maldonado Carbo ejecutaba cambios en los procesos de contratación, hacía seguimientos e incluso habría bloqueado algunos focos de corrupción. Había convocado a ruedas de prensa y visitado medios de comunicación para explicar las labores en marcha y su propósito de transparentar contrataciones y ofrecer un mejor servicio a afiliados y jubilados. Con documentos en mano refería los progresos en la dotación de medicinas y los proyectos para seguir en ese camino.

Hay cuatro denuncias por intimidación y amenazas en la Fiscalía, todas en torno a contrato de limpieza en hospital Teodoro Maldonado Carbo

Que una persona que luchaba contra procesos turbios en instituciones públicas sea asesinada deja una amarga decepción. ¿Se busca con el temor matar la esperanza de funcionarios que ofrecen privilegiar el servicio y no el beneficio propio? La sociedad no puede ser indiferente a estos hechos, las autoridades deben aclarar los sucesos y la ley castigarlos, solo así esta muerte no será una más y los jóvenes que sí se atreven a trabajar por un país honesto no se rendirán. (O)