El país necesita reactivarse. A ningún ecuatoriano le cabe duda de esto. Sin embargo, se percibe la postura intransigente de algunos actores políticos que, en lugar de contribuir con planteamientos viables, buscan generar confrontación, como si ello fuera a rendir un beneficio general para el país.

Para hoy se anunció una movilización denominada ‘Jornada nacional de lucha unitaria’, en la que está prevista la participación de agricultores, docentes y miembros de organizaciones sociales, algunos de los cuales ya se manifestaron en la protesta del 15 de septiembre.

Las exigencias al Gobierno, con el congelamiento del precio de los combustibles a la cabeza, no admiten alternativas, considerando la realidad nacional y mundial.

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El Gobierno, que viene impulsando una política de diálogo en busca de consensos para hallar salidas viables y negociadas con los sectores sociales, sostiene que para arribar a un entendimiento es importante que ambas partes hagan concesiones.

La agenda gubernamental de diálogos se ha topado con reticencias de interlocutores de la Conaie y del Frente Unitario de Trabajadores, pero ha logrado avances con el gremio de los transportistas y de otras organizaciones sociales con las que se ha acordado instalar mesas de diálogo, y seguirá propiciando encuentros.

Ante los cuestionamientos al proyecto de Ley de Creación de Oportunidades, el Gobierno rearmó su estrategia con la Asamblea y, acogiendo observaciones ciudadanas, busca enviarlo por partes: lo tributario y laboral irán como económicos urgentes, por separado y al mismo tiempo, y luego se enviará el de inversiones.

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Es momento de deponer las posiciones radicales, que conllevan pérdida de tiempo, cuando las cuentas fiscales necesitan oxigenarse para que se reactiven los servicios y planes a cargo del Estado, y las actividades del sector privado se desenvuelven mejor sin sobresaltos.

Las voces de la sociedad civil deben hacerse oír en pro del acercamiento y el diálogo para preservar la paz social y favorecer el desarrollo económico. (O)