Medicina cerca. Así ha denominado el Gobierno al plan de externalización de farmacias de consulta externa que hasta ayer, 7 de agosto de 2022, se aplicaba en seis hospitales del Ministerio de Salud y hoy suma treinta más, entre ellos centros del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), donde los reclamos por falta de fármacos son casi parte de la cotidianidad.

El plan incorpora al Hospital Teodoro Maldonado Carbo, de Guayaquil, y el miércoles 10, al Hospital Carlos Andrade Marín, de Quito. Una prueba de fuego para el régimen de Guillermo Lasso que se propone solucionar, con el método de entrega de medicina en farmacias privadas, el grave problema de falta de fármacos y evitar denuncias de corrupción registradas en gobiernos anteriores en el sector salud.

Si el esquema es exitoso se beneficia a miles de pacientes de consulta externa en el sector público, afiliados y jubilados del IESS. Hay que hacer todo para que la estrategia permita terminar con las angustias y peregrinar de los enfermos.

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Para quienes sufren males catastróficos, que en muchos casos han recurrido a plantones, huelgas y hasta a amparos constitucionales en busca de medicamentos para tratamientos que salven sus vidas, el camino sigue siendo la obtención en los centros hospitalarios.

El secretario general de la Administración Pública, Iván Correa, explicó el 5 de agosto, que en ‘Medicina cerca’ no se contempla la dotación para este segmento porque su prescripción y administración es distinta.

A través de la emergencia se ha comprado todos los fármacos para que los ciudadanos se encuentren tranquilos, añadió.

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Que esa tranquilidad regrese porque por un lado es el tratamiento al que tienen derecho todos los ecuatorianos y por otro es el estrés que baja aún más las defensas de pacientes de enfermedades catastróficas que no siempre necesitan administrarse medicinas dentro de un hospital sino seguir tratamientos –algunos de altos precios– de manera ambulatoria por prescripción de sus especialistas. (O)