La prensa había venido señalando de manera persistente el hermetismo del Ministerio de Salud en torno al plan de vacunación. Surgieron denuncias de irregularidades en el manejo y aplicación de las escasas dosis que iban llegado, con la consecuente renuncia de dos ministros del ramo que no pudieron dar explicaciones suficientes.

Ha sido el presidente de la República, Lenín Moreno, quien expuso el pasado martes que no hubo un plan de vacunación y que este, seguramente, solo estaba en la cabeza del señor ministro. Al día siguiente precisó que sí existía un plan de vacunación, pero no estaba debidamente estructurado con metas, objetivos, ni señalaba con claridad los protocolos.

El tema reviste enorme interés público porque atañe a la población en general e involucra a otros miembros del gabinete de Gobierno que deberían estar al tanto de cómo se van planificando y desarrollando las acciones en torno a la vacunación masiva. En especial, el presidente de la República debe estar debidamente informado al respecto, pues es quien responde por la conducción del país.

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El nuevo ministro de Salud asegura que no encontró un plan estructurado de vacunación, ni información que le asegure mantener o continuar un plan, y que tuvo que construir uno nuevo en 72 horas.

En el sitio web planvacunarse.ec, consultado al mediodía de ayer, constaba información escueta sobre los vacunados en Ecuador, con corte al día 21 del presente mes (primera dosis, 140.765; segunda dosis, 38.205); se indicaba que “el Gobierno nacional ha instalado toda la capacidad necesaria para vacunar hasta 160.000 personas por día para alcanzar el objetivo de inmunizar entre el 60 % y 70 % de la población”; y que la fase 1, que está en curso, culminará el 20 de mayo. Para las fases 2 y 3 no hay fechas ni especificaciones de ningún tipo.

Es imperativo que se le dé a conocer a la ciudadanía, con transparencia y comunicación eficiente, en qué consiste el plan estructurado que elaboró el nuevo ministro en tiempo récord. (O)