La reapertura de la frontera terrestre acordada por los presidentes de Colombia, Iván Duque, y de Ecuador, Guillermo Lasso, prevista para el 1 de diciembre, que ha sido muy esperada por los transportistas de carga, despierta inquietud en los comerciantes fronterizos del lado de Ecuador, por considerar que están en desventaja.

La frontera colombo-ecuatoriana ha permanecido cerrada al tránsito de personas desde que comenzó la pandemia de coronavirus en marzo de 2020. Los comerciantes de la zona norteña de Ecuador, que habían empezado a reactivar su economía, advierten que abrir el paso fronterizo supone un revés si no se implementan medidas preventivas.

Ambos presidentes mantuvieron, el domingo, una reunión de trabajo en la que trataron sobre seguridad, cooperación en asuntos penitenciarios, reapertura de la frontera, ambiente, fortalecimiento del comercio y reactivación.

Publicidad

La decisión mutua, dijo Lasso, permite que los transportistas de los dos países puedan cruzar la frontera para entregar sus mercaderías. Duque declaró que se lo hará de manera ordenada, focalizada y con controles epidemiológicos.

Sin embargo, autoridades de la provincia del Carchi mantienen reuniones con las cámaras, asociaciones y gremios para definir estrategias que serán presentadas al Gobierno ecuatoriano, pues solicitan medidas que compensen el impacto que generará la reapertura del puente internacional de Rumichaca. Prevén que por el diferencial cambiario entre el dólar y peso se producirá una avalancha de compradores ecuatorianos hacia Colombia, por lo que solicitan la creación de días de compras sin IVA en Tulcán, como el decretado en Ipiales para reactivar el comercio, y establecer un IVA diferenciado en las fronteras para cautivar a los compradores.

El cierre de la frontera propició decenas de pasos clandestinos operados por extorsionadores. Ante su inminente reapertura, se deben considerar los planteamientos de los habitantes de la zona fronteriza que defienden su subsistencia. (O)