Para ser más exactos, en el régimen Costa-Galápagos, del 1 al 5 de agosto, se conmemora Semana Rosa con la que el Ministerio de Educación busca promover la lectura en estas regiones. En la Sierra y Amazonía se lo hizo en abril por el día del libro.

El 14 de junio de 2022 el Ministerio de Cultura y Patrimonio presentó los resultados de la primera encuesta nacional que mide los hábitos de lectura. Los datos revelan que los ecuatorianos leen en promedio un libro completo y dos libros incompletos al año. El estudio, realizado en 23 provincias, a más 15.000 hogares determina que el 76,7 % de sus miembros lee con una frecuencia diaria; el 56,7 % utiliza el celular para la lectura y el 33,9 % prefiere el material impreso.

Desde que se presentó la encuesta se anunciaron lineamientos para fomentar el hábito de la lectura que aporta a la capacidad interpretativa, a la ortografía, pensamiento crítico y en consecuencia al análisis para la toma de decisiones.

Si bien marcar eventos para siete días no es suficiente, todo paso para mejorar la cultura general es importante, más allá de que el nombre no es tan familiar. La Semana Rosa promueve la lectura como centro de los encuentros e intercambios de saberes en la comunidad educativa, ha dicho el Gobierno. Una de las estrategias es la mediación lectora: el acompañamiento del docente en la lectura.

Coincide esta semana dedicada a la lectura con el anuncio de los 36 invitados a la VIII Edición de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil. El año pasado este encuentro literario congregó a 25.645 personas, de las cuales el 40 % fueron jóvenes. El testimonio estadístico pone en duda la creencia de que en Ecuador no se lee. Y es esperanzador de que vienen mejores días, con una sociedad más crítica que contribuirá a una democracia sólida.

Que la política pública ‘juntos leemos’ no se quede en la retórica, ferias de libros, familias que promuevan la lectura y educadores que lo acompañen harán la diferencia en el camino que se están abriendo nuestros jóvenes. (O)