Cinco siglos antes de la era cristiana, el filósofo griego Heráclito de Éfeso enunció que el mundo se halla en un proceso eterno y constante de nacimiento y de destrucción: “todo fluye, todo cambia”. La humanidad así lo ha ido constatando a través de la historia, y Cuba no es la excepción.

A pesar de que la Revolución Cubana se ha impuesto por más de seis décadas, tratando de irradiar sus fundamentos a países de la región, y que el Partido Comunista se empeñe en que esta sobreviva a sus fundadores, se han ido dando cambios en la isla que dan visos de que las nuevas generaciones podrían vivir en una Cuba libre próximamente, si así lo determinan.

Lograr mantener un régimen vertical y de control férreo sobre la población –sistema político que una parte de la opinión internacional lo denomina llanamente dictadura– conlleva un enorme esfuerzo. Con el advenimiento de los avances tecnológicos, la globalización y la conectividad, cada vez es más difícil tratar de contener ideas y aspiraciones dentro de fronteras.

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A raíz de que Fidel Castro le traspasó el poder a su hermano Raúl, se fueron generando pocas, pero significativas mutaciones: se dialogó con Estados Unidos, el ‘enemigo histórico de la Revolución’; se levantaron algunas restricciones para que dentro de la isla los cubanos pudieran acceder a teléfonos móviles, internet limitado, comprar o vender casas y carros, viajar; se dio apertura a la iniciativa privada; y se limitó la permanencia en los cargos de mayor nivel político para evitar la perpetuidad de figuras en el poder.

El pasado viernes arrancó el VIII Congreso del Partido Comunista Cubano con el anuncio de que Raúl Castro, de 89 años, deja el liderazgo de esa entidad.

Este hecho histórico había sido determinado, en 2016, en el anterior congreso del PCC, en el que se aprobó la hoja de ruta ‘conceptual’ del país hasta el año 2030, con la previsión de que Díaz-Canel lo releve en el cargo de primer secretario del partido. Y aunque con ello no se esperan cambios importantes, se percibe el fluir de nuevas necesidades y de respuestas. (O)