Los resultados de las elecciones seccionales del domingo pasado muestran un resurgimiento de la Revolución Ciudadana al lograr las prefecturas de las cuatro provincias más habitadas (Pichincha, Guayas, Manabí y Azuay) y las alcaldías de Quito –con poco porcentaje, 25 %– y Guayaquil –con más autoridad, casi 40 %–.

El caso que más se destaca en los recientes comicios es este último, donde con la victoria de Aquiles Álvarez sobre Cynthia Viteri se pone fin a 31 años de administraciones del Partido Social Cristiano (PSC) en esta ciudad, que al acompañarlo con la victoria de Marcela Aguiñaga sobre Susana González en la Prefectura del Guayas le dan al correísmo un doble triunfo.

Analistas políticos expresan tras los resultados que esto representa la suma del voto duro que mantiene el correísmo en Guayaquil y en Guayas más otros dos factores: el rechazo a las autoridades actuales que buscaban la reelección y la división que sufrió el PSC en los últimos meses –incluso años–, puesto que otros candidatos que antes estuvieron o fueron cercanos en ese grupo político, pese a perder, obtuvieron los votos que podían ayudar a esas reelecciones.

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Los guayaquileños y el resto de guayasenses ahora esperan que las nuevas autoridades los guíen a una mejor situación, en medio de la violencia, inseguridad y otras problemáticas sociales que enfrentan, confiando en su accionar durante los próximos cuatro años.

Falta conocer cómo se armarán los concejos cantonales, que son un punto importante para la gobernabilidad de los municipios. Los resultados parciales mostraban uno dividido en Guayaquil, pero con mayoría afín a Álvarez.

En cuanto al referéndum con las ocho preguntas planteadas por el presidente Guillermo Lasso aún hay que esperar por los resultados finales que proporcione el Consejo Nacional Electoral (CNE).

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Cada una de esas ocho interrogantes consultadas al pueblo se contabilizaban de manera separada. (O)