La información empodera a las audiencias y permite tomar decisiones y posiciones respecto de hechos trascendentes para la colectividad. Por ello, no son pocos los interesados en controlar la difusión de información y de opiniones o impedir el ejercicio del oficio periodístico.

Más de cien agresiones contra periodistas se han reportado durante las manifestaciones violentas ocurridas en el contexto del paro indígena. Insultos, latigazos, palazos, piedrazos e intimidaciones están entre las vejaciones que han sufrido los equipos de los medios de comunicación que cubren el paro indígena, que ya cumplió quince días.

Los ataques verbales, intimidatorios y de agresión física por parte de manifestantes contra periodistas han quedado registrados y han sido expuestos ante la opinión pública. Fundamedios ha reportado 132 agresiones. Su director, César Ricaurte, indica que los profesionales no tienen las garantías para ejercer su labor, y que esto se debe a la impunidad de la que gozan quienes promueven un discurso estigmatizante contra la prensa.

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Las audiencias y la sociedad toda están llamadas a no permitir que ello prospere, pues el resultado será la reducción de los espacios que permiten observar la realidad desde diferentes ángulos.

La dirigencia indígena, responsable por la actuación de sus bases, debe estar consciente de que la opinión pública sigue con atención sus acciones; por lo tanto, haría bien en incluir en el discurso que dirige a los manifestantes la instrucción de no entorpecer el ejercicio de la libertad de expresión ni la cobertura periodística, que no están para servir a uno u otro sector, sino para cubrir los hechos y registrarlos a diario, para la posteridad.

La comunicación va implícita en todas las actividades humanas. En el ámbito del periodismo, no se puede negar su valía en la búsqueda de la verdad con el afán de informar a las audiencias, y con ello propiciar una mejor toma de decisiones. Por ello, deben procurarse las garantías para el cumplimiento de las labores periodísticas y objetar a quienes tratan de impedirlas. (O)