En las perchas de las cadenas de supermercados cada vez es más frecuente observar productos elaborados por emprendedores ecuatorianos, en medio de los empacados por fabricantes de marcas reconocidas. Los requisitos son iguales: registro sanitario, etiquetado, formalidad en adquisición y entrega.

Para un país donde según el Programa Mundial de Alimentos 2,5 millones de personas comen una vez al día o no comen, el que los emprendedores tengan una oportunidad de comercializar sus productos con un margen justo de ganancia es una buena noticia, porque a mayor demanda se abren plazas de empleo y esto a su vez ataca a la inseguridad alimentaria en la que está el 13 % de la población.

En medio de las malas noticias que agobian a Ecuador, hace falta un aliciente y del área que venga es bien recibido. La noche del 14 de agosto de 2022, luego de un día en que los noticiarios reproducían el dolor que dejó el ataque con explosivos al barrio del Cristo del Consuelo, Mar Rendón, una joven ecuatoriana que cautivó al jurado de un reality show de música en México, trajo alegría que se reflejó en las redes sociales.

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No ganó, quedó en tercer lugar, pero las declaraciones de los jueces de La Academia reconociendo su talento y que haya logrado un contrato para que Sony Music supervise sus dos primeros sencillos sin duda inyecta esperanza en los jóvenes que como ella buscan alcanzar una meta.

Matías Canching, de 15 años, diseñó un prototipo low cost con el que se identifican conexiones clandestinas de agua potable mediante patrones acústicos. Con este participó en el Stockholm Junior Water Prize, cuyas votaciones se cerraron el 15 de agosto. Como él, otros jóvenes apuestan a la investigación y están logrando resultados que son buenas noticias para la educación y el progreso.

El 13 de agosto, en cambio, la victoria de Marlon Chito Vera en el combate estelar de la UFC San Diego, frente a Dominick Cruz, puso a celebrar a los amantes del deporte.

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Ecuador necesita buenas noticias, en todos los campos. Que se normalice celebrar el primer trabajo, el logro de los hijos, el pan diario. (O)