La libertad es uno de los derechos más preciados de toda sociedad, y por ende debe darse en igualdad de condiciones para todos los ecuatorianos. La manifestación que dio inicio el 13 de junio del presente año posee un ideal de cambiar o exigir al Gobierno que analice y llegue a un acuerdo de 10 puntos importantes para el mejoramiento económico de varios sectores. Pero, sin embargo, en la prensa escrita se pueden leer noticias como: “El 90 % de los productores de flores de Cayambe no pudieron despachar por movilizaciones”, “Floricultores aseguran pérdidas por más de un millón de dólares”, pero también se pueden visualizar noticias de audios y videos que los descubren la prensa independiente en donde se pone en tela de duda la integridad del accionar de ciertos funcionarios que dicen representar al Ejecutivo, y que dicho sea de paso inmiscuyen a todos los poderes del Estado en aquella conversación.

Los ecuatorianos que nos hemos quemado las pestañas estudiando, queremos ver un país lleno de oportunidades.

El Ecuador convive con autoridades que no son competentes en sus cargos ni en sus funciones, personas que simplemente se encuentran para tramitar intereses de grupos de poder y cuyo único mérito ha sido ser mediáticos para poder ejercer un cargo en alguna institución. Es importante que el Gobierno nacional, además de dialogar y trazar una hoja de ruta que permita la consecución de metas y objetivos del nuevo plan de gobernabilidad, realice una depuración de sus instituciones, y que se eliminen a todos aquellos funcionarios que no dan un valor agregado al desarrollo de sus funciones. Por ejemplo, se pueden empezar a analizar las hojas de vida de los funcionarios, y verificar en primera instancia que sus títulos y formación académica sea concordante con la función que desempeñan, que su formación continua les haya permitido actualizar conocimientos y que tengan la experticia suficiente para el manejo de una institución. El Gobierno por metas e indicadores es una estrategia efectiva, que permite a los funcionarios saber sus falencias e inclusive a los ministros saber el desempeño en tiempo real de parámetros como los procesos de contratación, ejecución del presupuesto programado, e inclusive hasta de los procesos de mantenimiento de plantas industriales. Estamos cansados de funcionarios que solo estén cumpliendo favores políticos, personas incapaces que no tienen ni el conocimiento ni la sapiencia para manejar las riendas de una institución.

Los ecuatorianos que nos hemos quemado las pestañas estudiando, que de cierta manera hemos apostado o hemos tenido la grata oportunidad de prepararnos, queremos ver un país nuevo, mejor, lleno de oportunidades y en donde la igualdad prime sobre los intereses. Queremos un país en donde la educación sea una oportunidad y no un privilegio, en donde nuestros hijos puedan crecer sanos y seguros, sin el fantasma del narcotráfico, de la muerte y la falta de oportunidades.

Creo firmemente que estamos a tiempo de un cambio, en donde prime el talento humano y su capacidad y no la inoperancia de ciertos líderes que nos hunden en una mayor crisis social y financiera. El paro no es el camino, pero es un indicio de que el pueblo ya se cansó. (O)