En tiempos de gran incertidumbre, de afectaciones por el cambio climático y el nuevo orden mundial, de impactante velocidad de la inteligencia artificial cuántica (IAC) al nuevo ecosistema económico; de poder de mercado de las empresas tecnológicas y de China, analizo cómo será el mundo en 2025 y cómo se adaptarán las empresas al cambio constante.

Empresarios y administradores vivimos un constante vía crucis, con permanentes “paradas” que nos impiden planificar a corto y mediano plazo, que nos exige ser innovadores y flexibles para mejorar la rentabilidad. Darwin lo descubrió hace más de dos siglos en las islas Galápagos, al estudiar la evolución de las especies y por tanto: sobrevivirán las empresas que se adapten más rápido a los cambios permanentes.

El club de los que crecen

Prosperidad del ambiente

El Estado ecuatoriano no ha sido buen planificador y los cambios en la política económica toman, al menos, seis meses en dar resultados, con afectaciones en la demanda agregada -consumo e inversión-. La política económica no debe sujetarse al ambiente político (subir los impuestos y luego bajarlos al apuro).

Mis recomendaciones de política pública para ayudar a las empresas a enfrentar el vía crucis son: a) Aumentar la competencia, fomentando la llegada de bancos extranjeros -como en Panamá- para reducir las tasas de interés; b) Modernizar la ley laboral; c) Incrementar la producción petrolera; d) Licitar el campo Amistad para reemplazar las importaciones de gas natural y diésel cambiando la matriz energética, promoviendo energías alternativas; e) Crear un banco de semillas resistentes al cambio climático, para que el agro sea más productivo; f) Replantear el sistema educativo para que los niños aprendan valores y aplicaciones de la inteligencia artificial; g) Utilizar la IAC para mejorar el sistema judicial; h) Reinventar el Estado con servicios en línea mediante una nueva cédula digital.

El trabajo del futuro

Es vital que el Sistema de Gestión de Riesgos emita urgentemente medidas preventivas por los efectos de El Niño, para asegurar la soberanía alimentaria del Ecuador en 2023-2025; así mitigaremos alzas de precios de productos agrícolas por escasez o costos de importación, y aseguraremos a los agricultores ayuda técnica, fertilizantes y financiamiento para mantener saludables sus cultivos.

Al igual que Colombia, que se ha puesto la meta de tener soberanía energética en 5 años para evitar depender de importaciones de combustibles costosos, Ecuador debe establecer la misma meta para disminuir las importaciones y subsidios a combustibles, y ser autosuficientes en petróleo y gas natural. Sin embargo, lo más importante es mejorar el sistema de salud, la seguridad ciudadana y la oferta de empleo, para que los ecuatorianos tengamos una vida digna y sin miedo, mitigando continuar en constante vía crucis, meta que se verá gravemente afectada si triunfa el No en la consulta popular a la explotación del Yasuní, en donde el Estado perderá 1.200 millones de dólares anuales de ingresos, que tendrían que ser cubiertos con nuevos impuestos.

La empresa privada, el Estado y la Iglesia deben ser más proactivos y solo le pido a Dios que el futuro del Ecuador no nos sea indiferente. (O)