Hemos mantenido una permanente posición de fomento al cultivo y consumo de vegetales como parte de la dieta alimentaria, siendo además preventivos y hasta curativos de males en animales y plantas, siempre basados en experiencias propias o en trabajos con un aceptable rigor científico. Resaltaré varias bondades medicinales de hierbas y frutales que cumplen ese maravilloso objetivo, incluidas en un interesante informativo especializado identificado como Portal Frutícola, que, en su edición del 23 de mayo, destaca la existencia de nueve familias de frutas y hortalizas que contienen cientos de compuestos naturales favorables para la salud.

... probablemente fortalecerán al ser humano ante el incurable mal común en boca, garganta, laringe, esófago y estómago.

Un estudio con 469.551 voluntarios determinó que mientras mayor sea la ingesta diaria en términos de porciones de legumbres frescas y frutos, baja la exposición a accidentes cerebrovasculares (ACV), habiéndose cuantificado que por cada ración adicional el peligro de sufrirlos se reduciría en un 4 %, acatando la recomendación de la FAO de cinco porciones de 100 gramos, para sumar 500 diarios. Esta vívida aspiración ha sido recogida como por una organización española con adeptos en todo el mundo con la denominación de Cinco por Día, desarrollando una labor de concientización de enorme influencia. El mismo impacto positivo tendrían los afectados por presión arterial alta, ratificado en análisis realizados en varios grupos de individuos con características similares, llegándose a la conclusión de que la magnitud del beneficio equivaldría al mismo efecto que los medicamentos convencionales alcanzarían, sin las secuelas que su permanente ingestión ocasiona.

También se investigó la reacción del organismo frente al cáncer, aun cuando las conclusiones no son terminantes, es probable que algunas especies de hierbas puedan proteger contra cierto tipo de carcinomas; paralelamente, un informe atribuido al Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer y del Fondo Mundial para ese mismo objetivo sugiere que las verduras sin almidón, en cuya lista se encuentran la lechuga, brócoli, repollo, ajo, cebolla y similares, a las que si se agregan las frutas, probablemente fortalecerán al ser humano ante el incurable mal común en boca, garganta, laringe, esófago y estómago.

Adicionalmente, señala el difundido trabajo médico, que comer vegetales contribuye a mantener ojos saludables, llegando a sustentar que previenen dos enfermedades oculares comunes vinculadas con el envejecimiento tales como cataratas y degeneración macular. Ni qué decir de las ventajas de fibras no digeribles que las distinguen, calmando los síntomas de colon irritable, aliviando o previniendo el molestoso estreñimiento, contribuyendo a superar molestosos divertículos, antesala de tumores cancerígenos digestivos, de elevada incidencia en Ecuador.

La bondad estriba en que el desarrollo rentable de estos vegetales es relativamente sencillo, son de ciclo corto, es decir, con términos biológicos menores a un año, con perspectivas de ejecución en espacios reducidos de campos y en urbes altamente pobladas que cuenten con áreas sin utilizar, dando cosechas para autoconsumo y mercadeo como medio de empleos de claro futuro. (O)