El Ministerio de Defensa es un organismo político-administrativo; cumple la labor de diseñar y emitir políticas para la defensa y administración de las Fuerzas Armadas y ejecuta, a través del Comando Conjunto, planes, programas y proyectos a fin de garantizar el mantenimiento de la soberanía e integridad territorial, así como de apoyar al desarrollo nacional.

Entre lo que les corresponde a las Fuerzas Armadas, vale señalar la Constitución de 1998, el Capítulo V. “De la Fuerza Pública”, art.183, establece: “La Fuerza Pública estará constituida por las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. (…). La garantía de su ordenamiento jurídico. La Policía Nacional (…) constituirá fuerza auxiliar de las Fuerzas Armadas para la defensa de la soberanía nacional…”.

Los militares jamás han estado ajenos al apoyo a la Policía Nacional, sobre todo en el control del narcotráfico...

El art. 184 dice: “La Fuerza pública se debe al Estado. (…)”. Estos son conceptos eliminados deliberadamente en la Constitución actual.

En el gobierno de Correa, los militares fueron utilizados en varias actividades ajenas a su misión: desalojo de invasiones, control de bares y cantinas, control de contrabando, de cachinerías, destrucción de maquinaria de la minería ilegal y trabajos de fumigación, desdibujando su buena imagen y, por el contrario, haciéndolos aparecer como represores.

Los militares jamás han estado ajenos al apoyo a la Policía Nacional, sobre todo en el control del narcotráfico, del crimen organizado, de precursores químicos, del contrabando, de la minería ilegal, de armas y explosivos, del tráfico humano, entre otros delitos. Asimismo, las Fuerzas Armadas han colaborado en labores de inteligencia, puesto que la información siempre ha sido importante para la toma de decisiones y para prevenir y neutralizar acciones delictivas; igualmente, realizan operaciones de interdicción marítima y aérea y lo que es más, la vigilancia permanente en las fronteras, especialmente la del norte con Colombia.

De acuerdo con el concepto de Seguridad Integral, las Fuerzas Armadas asumen nuevos roles y tareas relacionadas con la seguridad con enfoque integral para prevenir y enfrentar las nuevas amenazas, mediante acciones concretas en apoyo en seguridad interna y orden público, colaboración en la gestión de riesgos y desastres naturales y antrópicos, asistencia en operaciones de paz y ayuda humanitaria, defensa y protección del medioambiente y participación en misiones de ayuda social ¬¬¬–como en la pandemia, recogiendo cadáveres– y luego en la campaña de vacunación, entre otras actividades solidarias.

Que los militares salgan a las calles a cumplir misiones de seguridad interna es una acción que los ciudadanos ven positivamente, considerando que el grado de la delincuencia común ha ido creciendo. El control de armas y explosivos, la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y sus terribles secuelas, el control de las cárceles son tareas complementarias a la labor policial.

Considerando las graves amenazas que sufre el país, es necesaria la presencia militar; sin embargo, todos los esfuerzos deben direccionarse a dotar a la Policía Nacional de los medios necesarios para el cabal cumplimiento de su misión: seguridad interna y orden público. (O)