Entre los varios obstáculos a superar en el nuevo año está, en primer lugar, el de la consulta popular, tanto por sus materias como por las consecuencias de la aceptación o el rechazo que reciban. Una aprobación popular de la totalidad o al menos de las principales preguntas fortificaría al Gobierno; una aprobación parcial, muy poco; y una negativa de las cosas importantes lo debilitaría, lo que sería aprovechado por la oposición.

De entre las materias de la consulta se destacan dos: la primera, la de retirar al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social su facultad de nominar a los funcionarios que dirigen los organismos de control del Estado, facultad que ha significado la sumisión de sus vocales al poder Ejecutivo o Legislativo, con escándalos por conseguir la mayoría. Existe un rechazo mayoritario a la existencia del Consejo y esa pregunta debería recibir aprobación, si no intervienen consideraciones políticas como la antes mencionada. La segunda, la de permitir la extradición de ecuatorianos requerida por países extranjeros por delitos relacionados con el crimen organizado transnacional. La prohibición de extraditar ecuatorianos no es invento de la actual Constitución, ha existido con anterioridad por mucho tiempo, es parte de nuestra tradición constitucional. Por las condiciones actuales del crimen organizado, de los carteles de la droga, muchos ciudadanos votaremos por esta excepción que podría debilitar a esas organizaciones criminales; aunque vemos que a pesar de las extradiciones, y a pesar de que cuenta con media docena de bases de Estados Unidos, Colombia sigue siendo el principal productor y exportador mundial de drogas; por esa razón el Ecuador, en los últimos años, se ha convertido en gran exportador de estupefacientes. Cuando nos informan de grandes cantidades de droga incautadas, actualmente, eso solo nos indica el inmenso aumento de tal tráfico por nuestro territorio.

Otto Sonnenholzner: La mayoría de ecuatorianos rechaza a los legisladores y si les preguntas si quieren que haya menos, es como que les preguntaras si quieren abrazar a su mamá en Navidad

Las dos preguntas constituyen lo central de la consulta; las otras podría decirse que son complementarias, y deberían ser aprobadas.

Afectará negativamente a la consulta la falta de inversión en lo social, particularmente en provincias. No es convincente lo que sostiene el Gobierno de que es inversión social el pago de sueldos en policías, maestros, etc. Eso es gasto corriente: no aumenta el patrimonio del Estado; es fungible, desaparece con su uso. Cualquier manual de economía lo dice, y así se lo ha considerado en todos los presupuestos del Estado. La afectará negativamente el fracaso en obtener la exención de la visa de turismo para ingresar a Europa; la afectará, también negativamente, el no acuerdo comercial con México que nos bloquea el incorporarnos a la Alianza del Pacífico.

Ocho Sí y un No

El alcance de la consulta es limitado, y debería ser el antecedente para una de mayor alcance para derogar la actual Constitución, fuente de los actuales desastres institucionales, y quede vigente la Constitución anterior, la de 1998, actualizada. Quedarían eliminados el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y los recursos de protección actuales. (O)