Una de las mayores aspiraciones que tiene el Puerto Principal tiene que ver con el desarrollo de una nueva terminal aérea. Los motivos por los cuales se requiere una renovación de la infraestructura aeroportuaria no son porque la terminal actual se encuentre en condiciones deficientes, sino por incapacidad de poder extender su pista, que apenas cuenta con 2,5 kilómetros de largo.

El tráfico de aeronaves de carga es el que se ve más afectado por esta situación. En esa extensión, un Boeing 747 de carga puede aterrizar con apenas el 40 % de su capacidad. El Antonov, el avión más grande aún en funcionamiento, viene a Guayaquil con frecuencia, pero su capacidad de carga máxima para aterrizar está por debajo del 20 %. El Antonov llega casi siempre con refacciones de maquinaria industrial de gran tamaño; pero eso implica que se debe contratar un avión entero para usar la quinta parte de su capacidad de carga; o se lo debe poner en un itinerario que atienda otras encomiendas primero.

Parte de las obras que se ejecutan en Daular buscan allanar el camino hacia la construcción del nuevo aeropuerto internacional de Guayaquil, según el cabildo

La pista del JJO no puede ser ampliada. Su cabecera sur colinda con la ciudad, en plena avenida Carlos Luis Plaza Dañín. En contraparte, la cabecera norte da al río Daule. Lograr una ampliación de mínimo 800 metros de pista significaría taponar su cauce.

(...) se discute un desarrollo del nuevo aeropuerto por etapas, que permita la ampliación de la demanda aeroportuaria...

Durante años, las autoridades locales han impulsado la idea de un nuevo aeropuerto a ubicarse en la zona de Daular. El proyecto original era ambicioso, contaba con tres pistas; la mayor de ellas era de 3,9 kilómetros de extensión. Pero un proyecto de tres pistas, más terminal internacional de carga y terminal internacional de pasajeros resulta algo ambicioso, y por tales motivos, el proyecto fue cuestionado por las autoridades de control.

Las quejas de pasajeros persisten en el aeropuerto de Guayaquil por las demoras en migración

Se entra entonces en una paradoja: se quiere posicionar nuevamente a Guayaquil entre las principales terminales aéreas de la región, y para hacerlo, se requiere una renovación infraestructural. Sin embargo, con el decrecimiento que ha tenido el actual aeropuerto, y con la consolidación que ha tenido el aeropuerto de Tababela, dicho requerimiento puede ser ambiguamente cuestionable. En la actualidad se discute un desarrollo del nuevo aeropuerto por etapas, que permita la ampliación de la demanda aeroportuaria tanto para carga como para pasajeros. Esta estrategia puede ser mucho más acertada que la inicial.

Existen otros factores que deben tomarse en cuenta para el traslado del aeropuerto a Daular. Hace poco se calificó al José Joaquín de Olmedo como “aeropuerto de riesgo”, por la cantidad de choques que las aeronaves tienen con aves al momento del despegue o aterrizaje. El incremento de impactos se da por la creciente población de aves que anida en la isla El Palmar. ¿Qué resulta más barato?: ¿trasladar un aeropuerto o demoler una isla? ¿Cuál de ambas opciones tiene un peor impacto a nuestro ambiente y a nuestra economía?

Finalmente, de construirse el nuevo aeropuerto, se debe tener una mejor idea sobre el crecimiento de la ciudad. Pensar que las vías de comunicación al mismo no generarán problemas de tráfico ilícito de tierras y asentamientos informales sería un patético caso de ingenuidad. Y la ingenuidad de algunos puede beneficiar a otros. (O)