En el hablar popular se recuerda el refrán sobre la intensidad de la vela que se ponga a un santo: “Ni tanto que queme al santo, ni tan pequeña que no lo alumbre”.

¿Cuán aplicable es a las relaciones entre los seres humanos? Sobre estas, hay quienes argumentan que las mejores sociedades y economías son las que se sustentan en la plena libertad para actuar, decidir y convenir relaciones jurídicas y económicas.

Se contrapone a esta posición la de quienes creen que son imprescindibles ordenamientos que dicte el poder público, para supuestamente imponer equidad social y económica.

La realidad social y económica es que la plena igualdad es rebasada por las circunstancias. Una de las partes usualmente fija las definiciones y reglas para que la(s) otra(s) parte(s) se someta(n), no necesariamente con flexibilizaciones que permitan modificar los términos de relación. Los límites de los derechos deben estar para que no haya abusos ni asfixia sobre otros individuos y colectivos.

Una alternativa de legislación laboral será una prueba para el Gobierno de Lasso, porque la gran mayoría de los ciudadanos quiere trabajo estable y duradero; y los emprendedores requieren trabajadores, pero algunas inflexibilidades los asustan. Los abusos se dan, y son los riesgos de que estos se produzcan lo primero que se debe precaver.

Que en una misma empresa haya trabajadores bajo dos regímenes laborales habría que analizarlo, para que no haya la percepción de que, en cuanto a un grupo de trabajadores, su relación jurídico–laboral solo queda para su extinción, a fin de fortalecer al otro grupo. Quizás preferible sería modalidades dentro de la misma normativa laboral.

Otro espacio complejo es el de los precios de sustentación. Sin duda que nadie quiere producir para perder, pero para eso también debe trabajarse en relación con los costos de producción —insumos, semillas, costo laboral y otros—, a los de extracción, cosecha y transporte a espacios o centros de oferta o entrega de los productos, así como en cuanto se direccionan a mercados nacionales o de exportación, pensando en la demanda nacional que exista o podría existir.

Sin duda, la línea de crédito de mil millones de dólares que está abriendo BanEcuador, para uso de sujetos que requieran créditos de entre USD 500 y USD 5.000, al 1 % de interés anual y hasta 30 años plazo, es fabulosa para sectores de bajos ingresos.

Fundamedios en ‘Ecuador chequea’ (enero 6, 2022) reproduce un espacio de Instagram, cuya veracidad no asume, de créditos de USD 500 para charoles de caramelos y galletas al interés y plazo citado. Ese segmento debería suponer el subsidio del Estado en la tasa de interés, menos de 42 centavos por mes, de tratarse de USD 500, pero para disminuir el riesgo de lo que sí se deba pagar, debe vincularse la línea con auxilios culturales y de seguridad. Por principio, ningún crédito debe tener un plazo que exceda al posible tiempo de la actividad económica o de existencia calculada para el bien que se financia. En el caso, la hipótesis de 30 años debe ser como estímulo cultural de superación, no para que por ese tiempo el beneficiario siga con el charol. (O)