Voy a escribir los versos más tristes esta noche… Sin pensarlo, como un telón de fondo aparece el eco de esas palabras de Neruda, que se hacen mías en otro contexto y con otro significado, me resuenan dentro, se repiten sin cesar.

Los buques con torpedos nucleares cruzando el océano, cientos de muertos en campos de fútbol y nosotros sumidos en la desesperanza y el miedo. Los motines carcelarios con su cadena de muertos y masacrados, las guerras de mafias dentro y fuera de la cárcel, el país convertido en un campo de batalla de la circulación de droga. La mafia albanesa enseñando a ser sicarios a muchos niños y jóvenes de nuestra tierra que no ven otro futuro sino la muerte a corto plazo, mientras se adornan con joyas y pistolas.

Ayer alguien golpeó mi puerta con una cantidad de papeles en la mano, respondí sin abrir. Pocas veces he sentido tanto odio en una mirada, se fue, pero seguía mirándome como diciendo volveré.

Trabajar de manera conjunta, planificada, orgánica, para erradicar la desnutrición...

Y uno imagina si quiere cobrar una vacuna o cree que no se le recibe por su color.

¿Será que el dolor alberga alguna esperanza?

No vale la pena escribir si no hay un germen de luz en las tinieblas. Y sí, hay luces que rompen los túneles de la desidia, el quemeimportismo y la apatía de las autoridades.

El martes 4 de octubre se posesionó el Consejo Consultivo para la Prevención y Erradicación de la Desnutrición Infantil Crónica en el país. El hambre y la pobreza son caldo de cultivo de la violencia que nos aqueja, es el terreno abonado para que las otras violencias se arraiguen y crezcan.

Dieciocho miembros de organizaciones de la sociedad civil, academia, cámaras y asociaciones de la producción, empresas, cooperación internacional, Naciones Unidas, representantes de medios de comunicación lo conforman.

Al combate de la desnutrición infantil se suma un contingente de iniciativas privadas, especialmente en provincias con mayor problemática

Van a acompañar la política pública, monitorearla, evaluarla, no dejarla caer en las tinieblas de las buenas intenciones y mejores promesas que se olvidan después de la última tragedia del día.

“Tendrán como propósito asegurar que las estrategias y políticas públicas para prevenir y erradicar la desnutrición crónica infantil se constituyan en una política de Estado que se sostenga en el tiempo.

Buscarán contribuir a garantizar la continuidad, la coherencia, la adecuada coordinación entre diversos actores y sectores, transiciones concertadas y alineadas en ocasión del cambio de autoridades. Fomentarán alianzas, porque es un problema de todos.

Promoverán el apoyo político de partidos, movimientos y actores políticos, así como también de organizaciones relevantes como la Iglesia, la academia, empresarios, gremios de trabajadores, autoridades locales.

Uno de los jóvenes sicarios formado por la mafia albanesa, en la entrevista publicada por Vistazo, sostiene que los niños y jóvenes que no tienen padres, ni dinero o los adictos a las drogas son los más fáciles de convencer para entrar en la cadena de formación de empleados para matar.

Trabajar de manera conjunta, planificada, orgánica, para erradicar la desnutrición y todas las secuelas sociales del hambre y la pobreza, construye a mediano y largo plazo un país más equitativo, justo y seguro. Desde esta columna queremos agradecer a todos quienes, desde su experiencia, capacidades, recursos y talentos trabajarán para hacerlo posible. (O)