Pocas cosas tan claras para los lectores de la historia económica de la humanidad, como la necesidad de institucionalidad para que el desarrollo económico, el progreso, la derrota de la pobreza y la mayor equidad puedan lograrse.

La evidencia de que las buenas políticas económicas sucumben en el largo plazo ante la falta de institucionalidad y seguridad jurídica es demasiado contundente.

...la herencia de una constitución que sumada a la praxis política alejada de objetivos nacionales produce... ingobernabilidad...

La constitución que heredamos de los “refundadores de la patria”, que fueron realmente “refundidores de la patria” y la hicieron cenizas, nos dejó, al igual que en Venezuela y Bolivia, un Estado con cinco poderes.

Al día de hoy, la situación de esos “poderes” es patética. El Ejecutivo siente y dice que hay intenciones golpistas en el Legislativo. El Legislativo tiene además dentro de sí conflictos de tal magnitud que se pide la salida de su presidenta. A su vez la presidenta recurre a instancias legales para protegerse.

El presidente de la Función Ejecutiva, junto con el presidente de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) y del Consejo de la Judicatura (CJ) al unísono dicen que la Corte Constitucional (CC) es responsable de los habeas corpus mal dados. El presidente de la CC responde en forma bastante técnica y habla de que cada función del Estado asuma sus responsabilidades y no se las endilguen a la CC.

El presidente del CJ acusa de graves faltas a la CNJ, por el caso del pedido de extradición de Rafael Correa. El Ejecutivo se une a esa crítica. Ese presidente del CJ, que es encargado y que como todo en el Ecuador está cuestionado, en franca confrontación con el presidente de la CNJ resiente que el presidente de la CNJ haya enviado como manda la constitución una terna al CPCCS (Consejo de Participación Ciudadana y Control Social) para que se nombre a un titular en el CJ. Entonces el CJ sanciona con 90 días de suspensión al presidente de la CNJ y pide a la CNJ que califique si hubo error inexcusable en el proceso famoso de extradición. Los presidentes de las cortes provinciales salen en defensa del presidente de la CNJ y el CJ abre entonces sumarios a todos los presidentes de cortes provinciales.

Y todo esto con un CPCCS que vivió su propio caos, sus propias contradicciones y cuestionamientos. Y todo esto con un sinnúmero de autoridades de control que son “encargadas” comenzando por la Contraloría.

Este caos y destrucción institucional es la herencia de una constitución que sumada a la praxis política alejada de objetivos nacionales produce como resultado final ingobernabilidad, caos, zozobra y, por supuesto, desesperanza.

El Ecuador necesita más que nunca entender que su destino no va a ser forjado ni por un gobierno, ni por la Asamblea ni los políticos, sino por todos. Claro que el gobierno, en especial el presidente de la República y los líderes políticos tienen que liderar el proceso de unidad y fijación de los grandes objetivos y metas nacionales.

Con lo descrito en los párrafos anteriores queda claro que no está sucediendo esto, y si la energía se usa en estas confrontaciones, y si el tiempo se dedica a estas peleas, difícilmente habrá tiempo para el futuro del Ecuador y para lograr el progreso. (O)