Recuerda cada 25 de julio la victoria del cañonero Calderón sobre el destructor peruano Almirante Villar en las aguas ecuatorianas de Jambelí, lo que impidió el bloqueo del golfo de Guayaquil durante la invasión que las fuerzas peruanas desarrollaron en nuestro territorio (1941). En aquel tiempo, la fuerza naval ecuatoriana era débil y se estaba fortaleciendo con la ayuda de la Armada chilena —esta relación permanece—; en 1938, un grupo de oficiales se estaba formando en los buques de guerra chilenos. Allí nace el Himno de la Armada, obra del capitán ecuatoriano Guerrero, letra y música de los tenientes chilenos Sepúlveda y Oxley. Guarderas, J. (1985). https://revistamarina.cl/revistas/1986/2/libros.pdf.

No podemos abstraernos de los peligros y amenazas internas o externas que atravesamos o están latentes...

La primera estrofa es un canto excelso a la soberanía; expresa: “Siempre a rumbo la noble Marina / bajo el bello y sagrado Tricolor / proclamando por mares y por ríos / la suprema grandeza del Ecuador”.

La segunda estrofa es un llamado sublime y permanente a la unidad nacional, que debemos tener presente los ecuatorianos; expone: “De los Andes magníficos al Guayas / vibra en todos los pechos el ardor, / que la Armada mantiene cual un fuego / encendido en patriótico fervor”.

La tercera estrofa es una motivación a defender nuestro territorio; se resume así: “Zarparemos al mar de la gloria / a vencer con valor o a morir”. La cuarta estrofa da misión de velar por la paz y que cada uno se supere para lograrla.

Sin duda, el comandante Morán Valverde (1904-1958) del cañonero Calderón cumplió al pie de la letra el himno explicado: hizo respetar nuestra soberanía en el mar, unió una tripulación de diferentes lugares del país y zarpó a la gloria velando por la paz. Los marinos formados en la Armada del Ecuador, desde el inicio de nuestra carrera, cantamos con unción el himno que nos define para toda la vida como defensores de la Patria, la soberanía, la unidad y la paz; para ello hay que tener preparada una fuerza capaz, defensiva y disuasiva.

No podemos abstraernos de los peligros y amenazas internas o externas que atravesamos o están latentes; algunas incrementan sus acciones contra la seguridad ciudadana; se identifican: el narcotráfico, crimen organizado, sicarito con víctimas directas y colaterales, incluso de niños. También hay presiones internas que patrocinan la división política, como los indigenistas o federalistas, basados en el hecho de que el Estado y Gobierno están débiles, sin capacidad de atender eficazmente los requerimientos sociales y de desarrollo.

Quizás los factores que más influyen en la ingobernabilidad son los constantes conflictos políticos en la Asamblea Nacional y el sistema de justicia, que no puede con el sunami de delitos que suman cada hora.

Los marinos debemos seguir siempre el rumbo como la noble Marina, bajo el bello y sagrado tricolor; e invitar a todo ecuatoriano a unirse a la Armada y/o seguir los nobles propósitos establecidos en su Himno. ¡No debemos permitir que nuestro buque llamado Ecuador se hunda abatido por el destructor Desesperanza o, peor, saboteado por inconscientes! ¡Feliz aniversario, Armada del Ecuador, y honores a nuestros héroes! (O)