Cuando hablamos de ética, las realidades se vuelven difusas. Personalmente no he encontrado algo que la defina de una manera clara, que no se transforme en una definición compleja y académica, que sea compartida por todos no importa su procedencia, cultura, religión. Algo que sea el meollo de nuestro accionar. Pero así como no sabemos o no encontramos una expresión que luego se transforme en un libro con capítulos para explicarla, todos entendemos los ejemplos que hacen que la comprendamos.

¿Es ético hacer acuerdos políticos sobre la base de no investigar la corrupción de muchas acciones partidarias? ¿Es ético aceptar un cargo para el que no se está preparado? ¿Es ético no juzgar a alguien, acusado de malversación de fondos, porque se está en procesos de diálogos de los cuales es parte? ¿Es ético que defienda mis derechos atacando bienes de los demás? ¿Es ético pagar una coima para obtener una licencia de conducir, que me permita obtener un trabajo luego de meses buscándolo, porque me la darán en ocho meses y en el trabajo me la piden ya? ¿Es ético aceptar un hermoso vehículo que regala una institución extranjera cuando se nombra a un ministro? ¿Es ético obviar las reglas cuando tienes alumnos que no pueden hacer deberes porque no tienen cuadernos, ni internet, no pueden hacer las tareas y aprenden lo que les enseñan sus padres, pero no lo puedes probar? ¿Es ético castigar a un niño porque se duerme en clases y estalla a cada rato contra sus compañeros, pero no sabes que trabaja ayudando a su padre tomando fotografías en un burdel?

¿Es ético separar a un niño que vende sobrecitos de droga, porque quiere ayudar a su abuelita que lo hace en el barrio, pues está a cargo de sus 5 hermanos que se quedaron solos y es el “único trabajo” que puede hacer? ¿Es ético callar conductas inapropiadas para conservar un puesto? ¿Es ético quedarse con el cheque firmado al portador encontrado en la calle?

... sería interesante que los inviten a escuelas y colegios para conversar sobre la ética y cómo vivirla...

A esas y muchas más preguntas, que son situaciones de vida, tuvieron que enfrentarse las trece personas que recibieron el reconocimiento la cara humana de la ética el 9 de agosto, ayer, en el Palacio de Cristal de parte de la Epdase municipal. Los propusieron, a casi todos ellos, los jueces y promotores de paz de la ciudad. Fueron objeto de escrutinios y asambleas. No son ángeles con alas, son como nosotros, tienen errores, pero muchas virtudes y es bueno agradecerles porque lo han hecho no un día, sino muchos días de muchos años y se ha constituido en su personalidad.

Por qué enaltecer algo que debería ser rutinario me preguntó una de ellas. Justamente, porque han hecho de lo ordinario algo extraordinario, porque necesitamos mirarnos en el espejo de quienes hacen posible la normalidad, escucharlos y agradecerles. Y hacerlos parte de las tertulias de amigos y conocidos en lugar de solo hablar del último desfalco o crimen del día. Porque necesitamos aprender a admirar a la gente buena que hay entre nosotros.

Porque sería interesante que los inviten a escuelas y colegios para conversar sobre la ética y cómo vivirla, los costos personales que su conducta ha tenido y las alegrías que han cosechado. Porque cada barrio, cada empresa, cada centro de estudios, de trabajo, de convivencia debería tener esa luz que la ilumine. (O)