Cuando la canción Patria y vida salió al mundo en febrero del 2021, conteniendo una fuerte protesta contra la malévola dictadura cubana, seguramente sus autores no pensaron que aquella tendría tan gran impacto, a tal punto que para el mes de julio una protesta multitudinaria se desarrolló en la esclavizada isla de Cuba.

La canción alcanzó niveles increíbles de vistas en YouTube, y además, fue premiada en los altamente valorados Grammy Latino, convirtiéndose en un himno contra la tiranía y la búsqueda de libertad.

Para julio del 2021 en muchas ciudades de la isla, incluida La Habana, en forma pacífica, y sin causar destrozos ni desmanes, una nunca antes vista cantidad de ciudadanos cubanos, jóvenes, adultos y mayores, salieron a protestar, reclamando libertad, gritando “abajo el comunismo”.

En octubre del 2019, movimientos subversivos junto con una dirigencia anarquista de la Conaie se tomaron Quito, no pacíficamente, sino salvajemente. Destruyeron monumentos históricos, incendiaron la Contraloría, trataron de tomarse el edificio de la Asamblea, y causaron innumerables daños en la ciudad. También secuestraron a empresarios agrícolas y los amenazaron, destruyeron plantaciones de flores y otros productos, voltearon camiones con lácteos, dejaron sin agua potable a la ciudad de Ambato, se tomaron parte de la infraestructura petrolera del país y le causaron daños millonarios, impidieron la exportación de petróleo con la obvia pérdida para el Estado, secuestraron y vejaron a miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía nacional, golpearon e hirieron a periodistas y paralizaron al país por varios días, con un tremendo impacto en la economía del Ecuador.

¿Qué siguió luego de julio 2021 en Cuba? Obviamente, lo esperado: represión, encarcelamiento de muchos de los manifestantes y, recientemente, la Fiscalía reporta que 790 personas están siendo procesadas por el derecho a hacer una manifestación pacífica. De esos 790, hay 55 menores de 18 años, que enfrentan la posibilidad de 20 años de cárcel.

¿Qué siguió luego de octubre 2019 en el Ecuador? Inexplicablemente, lo inesperado: impunidad. Uno de los líderes más visibles, indicando que necesitaba “traductor” en la Fiscalía del Estado. Quienes fueron tomados presos en el mismo edificio de la Contraloría mientras lo incendiaban, libres, “por no entender” la cultura no indígena. Quienes golpearon a la Policía y a los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía, intocados.

Y lo triste de todo esto es que esos manifestantes son producto en buena medida de la doctrina de la sedición y la anarquía promovida durante décadas por Cuba en nuestra región. Cuántas veces se habrán puesto camisetas con el Che Guevara y habrán gritado contra el imperio esos manifestantes.

Esta impunidad es gravísima para el Ecuador, y para todos los países donde habiéndose dado desmanes, no se encuentran culpables. El mensaje de debilidad de las democracias las está convirtiendo en sistemas de gobierno raquíticos, enfermos y sin capacidad de sostenerse, mientras que los abusos de las tiranías, las están haciendo ver como formas viables de sostener una sociedad con autoridad. (O)