Siempre será motivo de celebración el advenimiento de entidades educativas, verdaderos templos de cultura y aprendizaje, más todavía si se trata de evocar setenta y cinco años de entrega a la noble actividad del saber humano, forjando generaciones partiendo de niños y adolescentes que luego serán prominentes integrantes de colectividades conformadas por ciudadanos que conjuguen preparación y compromiso social; esa ruta ha marcado en su larga trayectoria la Unidad Educativa Particular Abdón Calderón, de inspiración cristiana, trilingüe por superación con francés e inglés, que lleva orgullosa el nombre del ‘Héroe Niño’ del Pichincha, es un crisol de profesionales de distintas disciplinas de la ciencia y tecnología, registrando en su historia a expresidentes de la nación, allí iniciaron sus estudios el Dr. Alfredo Palacio, varios ministros de Estado y triunfadores empresarios ecuatorianos. Por ese motivo buscamos la oportunidad de dialogar con su director general y dilecto maestro, licenciado Abelardo García Calderón, dedicado a la noble tarea educativa en funcionales instalaciones ubicadas en la avenida Samborondón, con capacidad para albergar una población estudiantil cercana a 1.500 educandos en las áreas preescolar, primaria y secundaria; es una pequeña ciudad incrustada en el corazón palpitante de la fértil cuenca del río Guayas, enseñando a proteger y amar a la madre naturaleza, razón para observar arboledas artísticas de impecable conservación, modelando un espacio que estimula al estudio, a la investigación, disquisición filosófica y vuelo poético, en definitiva, la superación intelectual, que le han merecido preseas y reconocimientos por su excelencia formativa otorgados por acreditados organismos internacionales.

El respeto por natura bulle en las autoridades, docentes y alumnado, se ha venido transmitiendo desde su creación por obra del caballero Abelardo García Arrieta, impulsor del análisis de los misterios del campo, dedicando buena parte de su tiempo a proteger especies animales y vegetales del entorno, aspecto que ha formado parte del espíritu vocacional de muchos de sus egresados que optaron con entusiasmo por disciplinas que sustentan la agricultura avanzada.

Departimos con dos de sus conspicuos egresados, hoy exitosos empresarios agrícolas, con estudios superiores, como Alfredo Castro Patiño, titulado de ingeniero agrónomo en la prestigiosa universidad hondureña Zamorano, siendo un ejemplar productor y exportador de banano, que dejó huellas de civismo como asambleísta por la provincia de El Oro. En esa línea se destaca Víctor Hugo Calderón Álvarez, graduado en la Universidad Earth de Costa Rica, que se distingue como novel emprendedor en el promisorio cultivo de pitahaya, abriendo mercados hacia Estados Unidos y otros centros de consumo.

Lo relatado destaca el resultado de una instrucción básica que enrumba a jóvenes de todos los estratos sociales, sin discriminación alguna, hacia prometedoras carreras, como el cultivo técnico de la tierra, que Ecuador con sus maravillosos suelos es capaz de desarrollar por el bienestar de su pueblo. (O)