Muchos empresarios, personas en general se preguntan ¿cómo será el año que empieza? ¿Será un buen año? ¿O será un mal año para mi negocio o para mi vida? ¿Creceré o decreceré? Definitivamente no hay una bola mágica para predecir cómo será el futuro, lo que sí se ha demostrado es que mejores ideas, mejores decisiones y conductas personales son fundamentales para el éxito en cualquier circunstancia.

La mejor respuesta que se podría dar es la siguiente: Si quieres crecer, tienes que aprender a estar cómodo con la incomodidad. Crecerán las empresas que se incomoden haciendo algo nuevo o distinto como un producto o servicio nuevo, quienes creen alternativas siendo parte de una cadena exportadora ganadora, o integrándose atrás con la fuente de materias primas, quienes vigilen los ingresos y cuiden los gastos, quienes digitalicen aquellos procesos que consumen más recursos o reinventen su propósito y su modelo de negocio.

Crecerán en el 2023 quienes estén atentos y afinen la mirada a las muchas oportunidades que ofrecen un mundo en cambio, quienes busquen la mejor información disponible, sepan interpretar correctamente los hechos del entorno, y capten los sectores emergentes, las nuevas conductas y necesidades humanas en los espacios no cubiertos de los mercados nacional e internacional.

Practicar la incomodidad en empresas implicará que estás haciendo algo que es improbable que otros hagan...

Crecerán en el 2023 quienes se propongan nuevas estrategias, den más valor a sus clientes, planifiquen más e improvisen menos, gestionen mejor, hablen menos y decidan más; quienes apuesten al mejor talento y, sobre todo, quienes frente a las amenazas no se congelen ni depriman, sino que tengan una respuesta constructiva. Practicar la incomodidad en empresas implicará que estás haciendo algo que es improbable que otros hagan, lo cual te dará una ventaja competitiva.

Tiempos de crisis, tiempos de oportunidad

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Crecerán en el 2023 quienes comprendan que el gobernante de turno, el último meme, la ley favorable o de desfavorable, el mensaje que se comparte en redes sociales no condiciona el futuro, que lo más importante es tomar control sobre el destino, ponerle ritmo, determinación y enfoque a la vida en torno a las metas. Siempre existirán posibilidades para quien tiene una mentalidad positiva y realista a la vez, aun en entornos adversos.

En el ámbito personal es igual, es muy difícil que haya crecimiento económico a menos que haya crecimiento personal, a menos que se rompa un hábito negativo, se pruebe algo nuevo, se arriesgue, se creen nuevas conexiones, se aprenda algo nuevo, se abandone cualquier forma de mediocridad; afirma Robín Sharma: “Las actividades que más estas evitando contienen tu mayor oportunidad”.

La incomodidad es un gran impulsor del éxito, sobre todo en entornos adversos, desafiando las mentalidades de “siempre lo hemos hecho así” o para qué intentarlo “si nadie lo ha hecho”. En un mundo que gira rápido quien no se incomoda se queda atrás. En un año que no luce fácil no hay espacio para quedarse quieto en el lugar donde la vida es conocida o placentera, ni para conformarse con lo que se ha hecho o logrado. La incomodidad manifestada en decisiones y acciones exigentes sin duda abrirá el camino al crecimiento. (O)